La encontre

1047 Words
PDV Maria Camine junto con Gabriela durante un tiempo, en el camino me conto un par de cosas, mas que todo lugares a los cuales podía ir a visitar para conseguir empleo con el cual conseguir dinero. Escuche con atencion, hasta que llegamos a una pequeña casa de color blanco, se veía normal, y tenia un estilo diferente a las otras que habia visto hasta entonces, llegue con Gabriela y alli me detuvo. —Toca la puerta, y pregunta por el señor Alberto, di que me conoces y èl te ayudara por ahora, cuéntale tu historia y ve que te dice, te deseo suerte —me dijo Gabriela mientras se giraba. Al ver esto, por puro impulso fui y la sujete del brazo. —¿Ya te vas? —le pregunte. —Si, perdona María, pero me tengo que ir por ahora, tengo que ir a mi trabajo. —Ya veo… gracias por todo. —Te deseo suerte y espero que encuentres pronto a tu hermano y a tu prima, adiós. Despues de decir eso, Gabriela se fue, dejándome sola, me quede mirando en su dirección un tiempo hasta que la perdi de vista, luego de eso me gire en dirección hacia la casa y camine hacia ella. Toque la puerta de forma suave,  mi cuerpo temblaba un poco, me esforcé en calmarlo, tiempo despues la puerta se abrió. El hombre que me abrió la puerta se veía de mas de 50 años, tenia el cabello blanco y usaba un par de lentes, cuando me abrió la puerta solo la abrió un poco antes de preguntarme quien era. —Soy Maria, Gabriela me envio aquí, dijo que podia ayudarme señor. —¿Y que se te ofrece niña? Procedi a contarle mi historia al señor en frente de mi, lo resumi lo mas que pude, luego de terminar, espere su respuesta. —Pasa —me dijo mientras abria la puerta por completo. —Gracias. Entre rápidamente al interior, llegue a la sala, el lugar era algo pequeño pero parecía comodo, me gire y vi al señor Alberto guardado algo que tenia en la mano, no llegue a ver que era. PDV Dante Regrese a la sala donde la subasta proseguia, fui a sentarme junto con el resto de mi grupo, éramos 3 en total, mis 2 amigos me habían traído aquí, según ellos era un buen sitio divertirse. Aun seguían haciendo subastas de mujeres en el escenario de alli arriba, este club hasta donde sabia, ayudaba a las chicas a subastarse para hombres de dinero, muchas ellas de ellas buscaban lo que llamaban “Sugar Daddy” y el club las ayudaba a ello. Subastaban a las chicas, el club recibia parte del dinero, y las chicas se irían con su nuevo mecenas para divertirse con èl, un trato donde todos ganaban. Me sente en mi mesa y mis 2 amigos me recibieron, una nueva chica llego al escenario y empezó a ser subastada como las demás, tenia una gran sonrisa en su rostro, mis amigos empezaron a ofertar por ella. No estaba interesado en esa chica, asi que me quede callado mientras esperaba a que todo terminara, revise mi teléfono para poder saber si mi guardia había logrado encontrar a la chica que llamo mi atención. Aun no había recibido noticias de él. PDV Maria. —Tienes mucha suerte niña, lograste escapar por los pelos —me dijo el señor Alberto mientras tomaba un café que me habia servido. —Lo se, ¿Puede decirme que debo hacer? Mi prima y mi hermano siguen perdidos, necesito encontrarlos. —A tu prima como no era virgen debieron llevarla a otro establecimiento donde la usaran como ellos mejor les parezca, tu hermano no les era de ninguna utilidad, asi que puedo asegurarte de que no debieron molestarse con  èl… aunque, si esta vivo o no es otra cuestión. Sentí como mi corazón se detenia por unos instantes al escuchar esas ultimas palabras. —¿Qué puedo hacer? ¿Cómo los encuentro? —Esta muy difícil Maria, reconozco el grupo que se llevo a tu familia, y no son algo pequeño, se han dedicado a esto por muchos años, èl que los dirige se encuentra en este mismo estado de hecho, y se ah asegurado que ni la policía local los pueda tocar. —Entonces… ¿No hay nada que se puede hacer? ¿Eso es lo que me esta diciendo? —Yo no dije eso Maria, solo dije que es muy difícil, pero lo cierto es que por ahora no puedes hacer nada, seria que primero descanses y te recompongas, has pasado por mucho… tienes que conseguirte un lugar y algo de dinero, después podras empezar a buscar a tu familia. —Eso hare… ¿Para que creen que se llevaron a mi prima? —¿Para que crees tu? Ya debes saber por que. Apreté las manos al oir eso… —Puedes dormir aquí unos días si lo necesitas Maria, despues podras salir a buscar trabajo y aprovechar para buscar información sobre tu familia —me dijo el señor Alberto mientras se levantaba de su asiento. Mientras se levantaba, la puerta fue tocada, el señor Alberto giro su mirada al instante hacia esta, le vi una cara algo preocupada, no se por que. Sin decirme nada, fue hacia la puerta para abrir, en un impulso de curiosidad, me levante y lo segui sin que se diera cuenta. Vi que tomo algo de un cajón cerca a la puerta… era un… arma… Me asuste en cuanto lo vi tomar eso, el señor Alberto no se detuvo y abrió la puerta, pero solo un poco mientras todavia tenia seguro. —¿Puedo ayudarle? —le pregunto a la persona que estaba detrás. No resisti la curiosidad y me asome también para poder ver quien habia llegado. Vi a un hombre con traje parada enfrente nuestro… pude reconocerlo, era el tipo que estaba junto con ese hombre que me dio las indicaciones sobre como salir del sitio al cual me habían llevado. —Asi que aquí estabas, te estuve buscando —fue lo primero que me dijo ese tipo al verme. —¡¿Buscándome?! —dije de forma involuntaria. ¿Me habían estado persiguiendo? ¡¿Me han encontraron?!                    
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