Mitos del Futuro: El Despertar de los Perdidos

Campaña contra el mal parte 1

La hueste no se tardó mucho, y como Daniel ya sabía cabalgar cuanto menos de forma decente, se subió a uno de los grandes caballos que los caballeros usaban, y con el subido en su caballo se dispusieron a partir.

Daniel pensó que irían cabalgando al galope por lo apurados que estaban, pero fueron a trote, él vio a las carretas que los acompañaban, como también a las personas de a pie y comprendido el porqué de la velocidad que tomaban.

—«No solo somos un grupo de soldados, también están los que apoyan a los que pelean, y los que llevan las provisiones, parece que la movilización de tropas es más complicado de lo que pensé que sería» —Daniel trato de observar todo y aprender lo mas que pudo, no pregunto nada a nadie porque estaba indeciso, pero al final se armo de valor y lo hizo obteniendo buenas respuestas, pero esto paso después.

Todos salieron de las grandes murallas blancas sin problemas y tomaron el camino empedrado. El primer día de viaje fue tranquilo, buen clima y sin contratiempos, Daniel tuvo que bajarse del caballo algunas veces porque le dolía demasiado el trasero de tanto estar cabalgando.

No hablo con ninguna persona hasta la noche cuando le indicaron la tienda que habían hecho para él, lo que le sorprendió fue que alguien estuviera dentro esperando sentado, era una mujer que tenía una capucha cubriendo su cabeza y ocultando su rostro.

—Con que ahora eres heredero de Wintus, realeza, y ¿comandante de ejércitos? —dijo una voz que le resulto familiar, ella se sacó la capucha mostrando que era Sonia—. Al parecer ya no me necesitas.

—¡Sonia! ¿qué haces aquí?, esto es peligroso, podrías morir siguiéndonos, deberías volver, avisare a uno de los caballeros para que vuelva contigo a la ciudad —pero antes de que Daniel pudiera salir de su tienda Sonia se acercó rápidamente hacia él, con una expresión de furia en su cara.

—¡Ni te atrevas a hacer eso Daniel Prado!, vine aquí porque estaba preocupada, he intentado contactarte de muchas maneras pero estabas con mucha gente o eras muy elusivo, y ahora no solo la iglesia tiene interés en ti, también el palacio real y solo Dios sabe cuántas personas más tienen interés en ti, no es que estés atrapado por una tormenta, eres el ojo de la tormenta, no sé qué están planeando pero puedo ayudarte, me entere del brote de bestias y sé que no podrán con todos, no sin ayuda, ustedes me van a necesitar —Sonia hablo rápido y con dureza, Daniel tardo un rato en procesar todo, y se dio cuenta que no podía hacer que se vaya sin más, o ignorar sus deseos aun con el peligro inminente, ya que ella fue la única persona que intento ayudarlo de verdad, sin segundas intenciones.

—Podemos discutirlo, pero primero quiero agradecerte, sin ti no hubiera tenido chances de nada y tampoco hubiera usado mi cerebro para ver que estaba pasando en Miraci —hablo Daniel con sumo sentimiento, inclinando su cabeza por ella.

—¿Ya te disté cuenta de todo lo que está pasando? —pregunto Sonia ignorando su reverencia y agradecimiento, jamás le había gustado que lo hicieran.

—No puedo afirmar que sepa todo lo que pasa, pero ya me doy una idea —respondió Daniel levantando la cabeza y viendo a Sonia a los ojos.

—Pues hablemos de eso —dijo Sonia que fue a sentarse en otra silla, esta estaba en una posición donde si alguien entraba no la vería bien, además se puso de nuevo la capucha, no tan cerrada como antes, pero lo suficiente como para que nadie la reconozca.

Daniel le hablo de como confirmo que los caballeros del luzismo envejecían mucho más que las personas normales, le hablo de que suponía eran las marcas sagradas, también de la situación económica de Miraci, como veía que los nobles y los de la iglesia eran los únicos que comían de forma decente, le hablo de los nobles, y como veía su forma clasista de pensar, el derroche del dinero, y como sentía que trataban de manipularlo todo el tiempo.

—Sobre las marcas sagradas… no son sagradas… —Sonia decía esas palabras con mucha vergüenza, se encogió y se tapó más con su capucha—. se le llamaba escritura mágica, es una magia casi extinta que mi padre encontró, en el caos de la guerra uso la escritura mágica para curar a las personas, pero el poder no venía de Dios sino de las mismas personas, me enseño de ellas hace mucho tiempo, aunque no las uso, ya que toda magia tiene un costo, la consecuencia de este tipo de magia en el cuerpo de las personas es consumir su esperanza de vida, no dije esto antes porque ni siquiera confiabas en mi cuando nos conocimos, y cuando traté de contarle eso a otras personas se cegaron por el fanatismo, pensaban que era un error, o los que trataron de hacer algo terminaron muertos.

En ese momento Daniel miro la guarnición de la espada legendaria, pensando en si esta ser regia por los mismos principios aplicados a un objeto inanimado.

—¿Podrías ver esta guarnición de espada? —Sonia se quedó sorprendida ante las palabras de Daniel, y dentro de la capucha esbozo una sonrisa.

Sonia tomo la empuñadura y la reviso con detenimiento, el pomo era de acero, tenía forma hexagonal, no entendía cómo había resistido tanto tiempo sin romperse u oxidarse, pero al ver bien el símbolo que tenía comprendió que tenía una palabra del lenguaje mágico, la empuñadura era de madera tallada, con incrustaciones de metal para el agarre, busco las mismas letras que tenía el pomo y las encontró, también encontró varias palabras del lenguaje mágico puestas en secuencias que no conocía.

La cruz de la guarnición tampoco era simple, tenía pequeños cristales incrustados en ella, nadie se daría cuenta si no revisaba con detenimiento, la cruz además tenía palabras mágicas puestas en ciertos lugares que conectaban esos cristales con lo que hubiera sido la hoja y la guarnición.

—Esto es… definitivamente hay letras y palabras del lenguaje mágico que mi padre conoce, pero el trabajo es algo que solo un genio haría, no se su funcionamiento exacto —Sonia tocaba la guarnición con asombro y escapaba pequeñas exclamaciones al revisarlo.

—Muchas gracias de todas formas, ahora sé que el principio es el mismo que con las marcas sagrada, otra cosa, te quería preguntar si esa guarnición tiene esas palabras mágicas o como las llames, ¿estoy envejeciendo más rápido al usarla? —dijo Daniel con preocupación.

—No creo que sea así, se dice que el héroe Wintus vivo muchos años, más que una persona normal de hecho, conoció a sus bisnietos de lo mayor que era, así que de eso no tienes que preocuparte —respondió Sonia sonriéndole y extendiendo la guarnición de nuevo hacia él.

—Entonces ¿Cómo lograba sus proezas si no le quitaba su esperanza de vida para usar ese poder? ¿de donde sacaba el poder? —muchas preguntas venían a Daniel que hablaba con genuino interés sobre el tema.

—Debe ser el tipo de escritura mágica que usa, no tengo idea de cómo lo hace, pero se algunas cosas, por ejemplo, hay una palabra escrita mágica que es vinculante, solo el dueño de esa espada podía usar su poder, el que no fuera su dueño sentiría debilidad al tocar la espada, esa magia es delicada porque usa sangre, aunque ahora entiendo como nadie pudo sacar la espada, debe ser exactamente la misma persona la que tome la espada o no saldría, pero ahora surge otra interrogante, ¿Cómo la sacaste? —dijo Sonia viéndolo a él con detenimiento.

—No olvides que se rompió —acoto Daniel, aunque sabia que el argumento quitando importancia a lo que él podía hacer era un poco inconsistente.

—Pero no debería ser posible que puedas usarla, también debe haber una palabra mágica que expulse el mana creando rayos, porque los cuentos dicen que eso hacia la espada, pero por lo que escuche tu no haces eso, es aún más extraño.

—Se que esto sonara mal, pero ¿podrías enseñarme sobre la escritura mágica? —Sonia se quedó en silencio, Daniel no podía ver su expresión, pero ella había fruncido el ceño—. Ahora sabes que ha ocasionado ese tipo de magia a muchas personas ¿y sabiendo eso aun quieres aprenderla?

—Mira esta guarnición, como dices no es dañina, quiero entender que está pasando, quiero conocer sobre algo que desconozco para poder afrontarlo mejor, si es magia ¿hay alguna forma de que puedas vincular un juramento? Así estarás segura que no lo utilizare para el mal —dijo Daniel hablando con convicción y lleno de seriedad.

—No existe algo como eso, al menos que yo sepa, y aun si lo hubiera no te enseñaría, es algo que debe ser olvidado para que esto no vuelva a pasar —respondió Sonia levantándose de su silla.

—Entiendo tu forma de pensar, pero el conocimiento no es malo, y aunque lo escondas la gente encontrara la manera de volver a descubrirlo, además las susodichas palabras de esa escritura mágica no son malas, es la forma en que usas ese conocimiento lo que lo vuelve malo, tu salvaste a aquel chico que yo iba a matar, eso es un buen uso de las palabras mágicas —Daniel trataba de todas las maneras que podía convencer a Sonia de que le enseñase, deseaba aprender magia con muchas ganas.

—Te dijo, yo no uso magia escrita, y para sanarlo no use ninguna de esas palabras mágicas —respondió Sonia cortante y seca.

—¿Entonces como sanaste a ese chico? —pregunto Daniel aun mas confundido por lo que estaba escuchando.

—Le… le pedí a Dios que me prestara su poder, y con su gracia pude salvar al muchacho —Daniel se quedó mudo por esa revelación, ella no tenía por qué mentirle, espero que fuera una broma, pero el silencio hizo que esas palabras tomaran más seriedad.