Armadura

1286 Words
Al levantarse del suelo, Erick se sintió confundido, aunque aún seguía pesando que no mataría a nadie no importa que pasara, tenía un fuerte deseo en su interior, el deseo de pelear y demostrar lo que valía, eso le hizo sentir culpable, y para despejarse, levanto la vista al cielo, abrió las palmas de sus manos, cerro los ojos y respiro hondo, esto le sirvió para relajarse, pero dejo una mala impresión en los guerreros que lo veían. Ese día paso sin más contratiempos u otros sucesos importantes, solo comieron y después fueron a dormir, cada cual aturdido a su manera por lo que había pasado. A la mañana siguiente pusieron a Erick a practicar para una pelea que tendría ese mismo día. El entrenador Grunt pensó que lo que le faltaba a Erick era sed de sangre, así que lo pondría lo más pronto posible en una batalla masiva, en ellas, las matanzas son casi por completo necesarias, o eso creía él, además pensaba que con la habilidad de Erick era seguro que sobreviviría. Luego de la practica tomaron a los seleccionados y llevaron a los que iban a pelear a las fosas, Erick entre ellos, se los llevaron esposados y con bolas de metal en las piernas, como iban caminando fue una gran molestia para todos, además de que algunos se empezaron a agotar en el camino. Esta era una forma de depuración de la casa Trisgren, ya que si no podían aguantar caminar con esas pesas, y luego salir vivo de las fosas no merecían más atención que esa. Era la única vez que no usaban carretas o carruajes para llevar a sus luchadores. —¿Estás seguro de esto Grunt? Yo pienso que aún no está listo, hace tiempo que no tenemos a un peleador tan prometedor, si no tenemos cuidado puede que nos quedemos sin nada —dijo el entrenador Drax a Grunt algo dubitativo y poniendo un labio de lado. —Lo que le falta solo lo aprenderá peleando, y si no lo aprende, de todas formas no nos serviría, tiene gran técnica, tamaño y fuerza, pero si no tiene la determinación nada de eso importa, ya que haga lo que haga no sobrevivirá si se limita —respondía Grunt a Drax mientras comía carne seca y tomaba vino. —Pero hoy es temático Grunt, soltarán bestias y seguro varias personas con armas rúnicas, los demás serán carne de cañón, solo digo que puede que el chico se vuelva carne de cañón —dijo Drax a Grunt algo preocupado mordiéndose el labio. —Él se las va a tener que arreglar, si sobrevive tendremos un campeón en potencia, si no, pues no iba a llegar lejos de todos modos —dijo Grunt a Drax muy despreocupado que seguía comiendo y tomando. Ya en los cuartos de espera de la fosa, los encargados de las casas estaban entregando las armas a los luchadores que tenían presentes, les hacía escoger o seleccionar una, Erick no quería ninguna así que se rehusó a recibir nada. —Muchacho, ¿Por qué no eliges una armadura?, tu estilo de lucha no necesita tanto movimiento, más bien es un estilo de tortuga, te quedas quieto esperando que haga el otro, cuanto menos ponte ese protector de pecho que está en esa esquina, nadie lo quiere porque es liviano y protege poco, pero algo es algo —dijo un viejo guerrero de la Trisgren a Erick, este pensó que no perdía nada intentándolo, tomo el protector y antes de entrar a la fosa se lo puso. Pero algo paso, el protector se estaba transformando, empezó a extenderse como si brea espesa se creará de ese protector, Erick se puso muy nervioso, se asustó tratando de detener el esparcimiento, también intentó quitar el protector de su cuerpo, pero no lo logro, esa cosa negra fue cubriendo el cuerpo entero de Erick mientras este salía a la fosa sin que el pudiera hacer nada. Solo en la parte de los ojos de este se había formado un cristal que se creó para que pueda ver, en la parte de la boca y la nariz unas rendijas muy pequeñas para que pase el aire y se le escuche hablar. Los que iban con él hacia la fosa no se extrañaron demasiado, ya que pensaban que era un artilugio mágico, de esos que ya habían oído hablar o algunos ya habían presenciado. —«¿Pero qué diablos es esto?, ¿Qué está pasando?» —pensó Erick, que en ese mismo instante el presentador estaba iniciando sus palabras. —Bueno días querida audiencia, es el turno del evento, el ataque de los torumak, donde veremos a los poderosos hombres toro peleando contra los luchadores humanos, una representación de la batalla en las planicies de Falgan, donde por sorpresa mientras las fuerzas de Trunkmal y Tersan peleaban aparecieron estas bestias ¡¿Quién sobrevivirá?! —decía el presentador que hizo una señal para que ni bien los dos grupos de peleadores estén en la fosa liberen a los torumak. A Erick no le dio mucho tiempo de pensar, varios hombres toro entraron en la pelea, eran cinco en total, y muchos hombres con espadas, escudos, lanzas y hachas, también entraron a atacar al grupo en el que él se encontraba sin importarles esas bestias que embestían. Un torumak se abalanzo hacia Erick poniendo todo su peso en una tacleada, dos segundos después estaba en el suelo mientras Erick seguía erguido, todos en la arena se fijaron en Erick por esta acción. Los demás hombres estaban perdiendo contra los torumak, embestían a todo lo que se movía, no había defensa contra ellos, también una vez que cargaban eran veloces, y por sobre todo eran seres inteligentes, no tanto como los humanos, pero tenían un grado de conciencia, lo que les permitía organizarse y atacar en grupo. Mientras los hombres caían, otro de los torumak embistió a Erick, esta vez Erick estaba preparado, apunto el puño hacia el torumak que le estaba embistiendo y se preparó para el inminente impacto, todos veían con sorpresa como el torumak impactaba de lleno en el hombre de la armadura, este ni se inmutaba mientras el torumak caía al suelo por el golpe que le había dado Erick. —¡Todos, júntense, yo los protegeré! —grito Erick a todos los que aún estaban conscientes, estos le hicieron caso, no tenían de otra. Los dos grupos ya no existían, solo querían sobrevivir. Los tres torumaks que quedaban observaron a todos los hombres detrás de uno grande, cargaron en contra de ellos, Erick agarro al primero por los cuernos y usando la fuerza con la que cargaba lo lanzo hacia otro que venía, chocaron y cayeron, el último lanzo sus puños hacia Erick, pensando que podría ganar peleando así, pero Erick leyó todos con suma facilidad. En respuesta Erick lanzo unos golpes en el rostro de la bestia, el ultimo torumak cayó por esos golpes certeros en la cabeza, todos en la fosa se quedaron mudos por lo que vieron, luego de unos segundos reaccionaron y comenzaron a ovacionar a Erick, la reacción de este fue ver si estas bestias estaban bien, todas estaban vivas, esto lo alivio, al final logro vencer sin matar a nadie, esto molesto mucho a Grunt, pero Drax estaba impresionado. —«Este es un chico de oro, no sirve que este aquí, él debe ir al coliseo» —pensó Drax que vio en el chico fortaleza y habilidades tan grandes que podría volverse una leyenda del coliseo, mientras que a Grunt solo le entro una molestia tremenda, unas ganas enormes de querer romperlo, de enseñarle que su patético sentido de la moral no serviría.
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