+++++++++++++++ —¿Otro round? —musita, y levanta una mano, y me acaricia el labio inferior con el pulgar. Separo los labios. Él me mira y me mete el dedo en la boca. Con una sonrisa maliciosa prosigo. Yo lo rodeo con la lengua y en sus labios empieza a formarse una diminuta sonrisa. ¡Esto le excita y a mí más! Retira el pulgar y me acaricia la cara con él. Me desliza la palma de la mano por el cuello hasta llegar al pecho y me lo agarra, posesivo, agresivo e intenso. Este hombre lleva en su interior el deseo de poseerme y a la vez el deseo de matarme. —Ah… —gimo, perdiendo el control absoluto. Me mira con una ceja arqueada y empieza a masajear el pezón con el dedo. —Todo este cuero angelical me ha reclamado como su amo —jadea, ignoro lo que sus palabras significan—, nadie podrá ser

