El brillo de las primeras semanas con Armonía Viva era innegable. Ana y Gabriel se sentían emocionados por lo que habían logrado, pero a medida que el proyecto tomaba forma, también empezaron a enfrentarse a las primeras dificultades. Crear algo tan ambicioso no era fácil, y ambos sabían que los retos solo se volverían mayores a medida que su plataforma creciera. Las primeras dificultades llegaron en forma de desacuerdos. Ambos tenían ideas muy claras sobre el rumbo que querían tomar, pero sus perspectivas a veces chocaban. Gabriel, con su amor por la música, quería enfocar el contenido principalmente en las terapias a través de sonidos y melodías. Ana, por otro lado, quería incluir más formas de expresión artística, como la pintura y la danza, para ofrecer un enfoque más holístico y dive

