Los días que siguieron a la conversación con Dante fueron un torbellino de emociones para Ivana, A pesar de la claridad que había encontrado en su relación con Clara, la sombra de su amistad con Dante se cernía sobre ella como una nube gris, Había tomado la decisión de ser honesta, pero la culpa la perseguía, recordándole el dolor que había causado.
El lunes siguiente, Ivana se preparó para su rutina habitual, Se despertó con la luz del sol filtrándose a través de las cortinas y sintió una mezcla de ansiedad y emoción, Se puso un vestido cómodo y salió de casa, intentando despejar su mente.
Cuando llegó a la universidad, la atmósfera era vibrante, Sus amigos estaban en el café, riendo y compartiendo historias, Ivana se unió a ellos, tratando de sumergirse en la conversación, Sin embargo, su mente seguía divagando hacia Dante.
La primera vez que lo vio después de su charla fue en la clase de literatura, Él estaba sentado en la parte de atrás, su mirada fija en el profesor, pero Ivana pudo notar que su expresión era distante, Cuando sus ojos se encontraron, una tensión palpable llenó el aire, Ivana sintió un nudo en el estómago.
Después de la clase, se acercó a él.
-Hola, Dante,- dijo, intentando sonar casual.
-Hola,- respondió él, su tono cortante.
-¿Cómo has estado?- preguntó Ivana, sintiendo que cada palabra era un esfuerzo.
-Bien,- dijo él, encogiéndose de hombros.
-Solo… ocupándome de mis cosas.
La conversación se sintió forzada y, tras unos momentos de silencio incómodo, Ivana decidió que era mejor dejarlo, Se despidió y se unió a Clara en la cafetería, donde se sintió aliviada por la calidez de su compañía.
Clara notó el cambio en su ánimo.
-¿Todo bien con Dante?- preguntó, preocupada.
-Es complicado,- admitió Ivana, sintiendo la presión en su pecho.
-Siento que hay una tensión entre nosotros, No sé cómo manejarlo.
- Tal vez deberías hablar con él de nuevo, A veces, las cosas se complican cuando no se comunican,- sugirió Clara, tomando la mano de Ivana.
Ivana asintió, pero en el fondo sabía que no sería fácil, A medida que pasaban los días, la tensión entre ella y Dante se hacía más evidente, En sus encuentros casuales, él parecía distante y evasivo, mientras que ella se sentía cada vez más ansiosa.
Un viernes por la tarde, mientras estudiaba en la biblioteca, Ivana vio a Dante entrar, Su corazón dio un vuelco, Él se sentó en una mesa cercana, y aunque ella intentó concentrarse en sus apuntes, no pudo evitar mirar hacia él.
Dante estaba rodeado de amigos, riendo y bromeando, pero cuando sus miradas se cruzaron, la sonrisa de él se desvaneció, Ivana sintió que un escalofrío recorría su espalda, No quería que las cosas fueran así, pero la incomodidad era palpable. Finalmente, decidió que no podía seguir así, Se levantó y se acercó a su mesa.
-Dante, ¿podemos hablar un momento?- Él la miró, sorprendido.
-Claro,- respondió, levantándose de su asiento y siguiéndola hacia un rincón más apartado de la biblioteca.
Una vez allí, Ivana se sintió nerviosa.
-Quiero disculparme por lo que pasó entre nosotros, No fue mi intención lastimarte,- comenzó, sintiendo que las palabras se atoraban en su garganta. Dante la miró, y por un momento, el dolor en sus ojos la hizo sentir culpable.
-No tienes que disculparte, Ivana, Solo… no sé cómo lidiar con esto, Es difícil para mí ver cómo te acercas a Clara.
- Lo sé,- dijo ella, sintiendo que las lágrimas amenazaban con brotar.
-No quiero que esto afecte nuestra amistad, Eres importante para mí.
- Pero ya no somos solo amigos, ¿verdad? Hay algo más entre tú y Clara,- dijo Dante, su voz temblando ligeramente.
-Y eso me duele,- Ivana sintió el peso de sus palabras.
-Entiendo, Pero también quiero que sepas que valoro nuestra amistad, No quiero que esto termine mal entre nosotros,-Dante suspiró, su expresión ablandándose un poco.
-No sé si puedo ser solo tu amigo en este momento, Necesito tiempo para procesarlo.
- Está bien,- respondió Ivana, sintiendo un alivio agridulce.
-Solo espero que podamos encontrar una manera de seguir adelante,-Se despidieron con un abrazo tenso, y mientras Ivana regresaba a su mesa, sintió que una parte de su corazón se había roto.
La conversación había sido necesaria, pero la distancia entre ellos seguía existiendo.
A medida que las semanas avanzaban, la tensión entre Ivana y Dante continuaba, Ella se esforzaba por mantener una amistad con él, pero cada vez que estaban juntos, la incomodidad se hacía evidente, Las interacciones eran breves y llenas de silencios incómodos, en contraste con las risas y la complicidad que solían compartir. Clara, por su parte, estaba siempre ahí para apoyarla.
-Tal vez deberías invitarlo a salir, solo para que puedan relajarse un poco,- sugirió un día mientras estaban en el parque.
-¿Y si eso solo empeora las cosas?- preguntó Ivana, sintiéndose insegura.
-No quiero que se sienta presionado.
- Solo hazlo, A veces, un poco de tiempo juntos puede ayudar a sanar las heridas,- insistió Clara, sonriendo con confianza.
Finalmente, Ivana decidió que era una buena idea, Un sábado, invitó a Dante a un café que solían frecuentar, Cuando él llegó, su rostro mostraba una mezcla de sorpresa y desconfianza.
-Gracias por invitarme,- dijo Dante, tomando asiento.
- Quería que tuviéramos un tiempo para nosotros, sin presiones,- explicó Ivana, sintiendo que la tensión comenzaba a desvanecerse un poco, Mientras conversaban.
Ivana notó que Dante parecía más relajado, Hablaron de cosas triviales al principio, pero poco a poco la conversación se volvió más profunda, Sin embargo, había momentos en que el silencio se hacía pesado, y Ivana sentía que la incomodidad regresaba.
- ¿Cómo te va con Clara?- preguntó Dante, su tono neutral pero con un atisbo de curiosidad.
-Está bien, Hemos estado pasando tiempo juntas,- respondió Ivana, sintiendo que debía ser honesta.
-Me siento feliz con ella, pero también me preocupa cómo te sientes,- Dante asintió, su expresión seria,
-Es complicado para mí, A veces siento que no puedo evitar compararme con ella _ Ivana sintió una punzada de dolor.
-No deberías, Clara es diferente, pero eso no significa que no me importes, Eres una parte importante de mi vida.
- Lo sé, pero a veces me siento como si estuviera perdiendo a mi mejor amiga,- dijo Dante, su voz temblando ligeramente.
-Siempre serás mi amigo, Dante, No quiero perder eso,- aseguró Ivana, sintiendo que su corazón se apretaba. A medida que la conversación continuaba, ambos comenzaron a abrirse más, Hablaron de sus miedos, de sus sueños y de lo que realmente significaba para ellos la amistad.
Sin embargo, a pesar de esos momentos de conexión, la tensión seguía presente, como un hilo invisible que los mantenía atados a un conflicto no resuelto.
La semana siguiente, Ivana sintió que la situación se volvía más intensa, Había días en que la culpa la devoraba, y otros en los que se sentía completamente feliz con Clara, Sin embargo, cada vez que veía a Dante, la tensión era innegable.
Un jueves, mientras caminaba por el campus, Ivana vio a Dante hablando con un grupo de amigos, Ella se sintió incómoda al acercarse, pero sabía que no podía evitarlo, Se acercó y saludó a todos, intentando mantener una actitud ligera.
- Hola, Ivana,- dijo uno de sus amigos, sonriendo.
-¿Cómo va todo?.
- Bien, gracias,- respondió ella, tratando de ignorar la tensión, Dante la miró, y su expresión era neutral.
-Hola,- dijo, apenas alzando la voz. Ivana sintió que el ambiente se volvía pesado.
-¿Estás listo para el examen de la próxima semana?- preguntó, tratando de romper el hielo.
- Sí, más o menos,- respondió él, mirando hacia otro lado, La conversación continuó, pero Ivana sintió que la distancia entre ellos se hacía más evidente.
Después de unos minutos, decidió que era mejor dejarlo, Se despidió y se unió a Clara, quien la miró con preocupación.
- ¿Todo bien?- preguntó Clara, notando el cambio en su ánimo.
-No, no lo está,- admitió