Capítulo 28.
Primer encuentro.
Pamela.
Cuando Raúl se marchó, me quedé pensando en todas sus palabras, él me tenía cerca solo porque sospechaba de mí, y ahora que según él ya aclaró todo, entonces finalmente decide hablar conmigo al respecto, ese cuarto de hotel fue testigo de todo mi dolor, yo lo amé con todas mis fuerzas, en realidad lo sigo amando, pero él jamás se esforzó en corresponderme, tampoco quiso intentarlo, no se siente bien saber que alguien ya no volverá por ti, o siquiera enviará un mensaje.
«Tú lo sabías Pamela, conocías las reglas y solita las rompiste…» Me decía a mi misma sentada en una esquina de la habitación, el piso se sentía frío e incómodo, pero mis fuerzas impedían que me pusiera de pie, Mario no dejaba de llamar, lo último que necesitaba consistía en escucha
