Capítulo 9.
Desconocidos
Alberto.
Mis propios hijos me traicionaron, se unieron para hundirme en la cárcel, pero son muy ilusos si creen que podrán deshacerse de mí tan fácilmente, ellos afirman que sigo en Alemania, pero vine a México hace ya unos días, no puedo ir a Paraguay hasta escapar de las investigaciones en mis empresas allí, por el momento prefiero quedarme aquí.
—Y bien Arturo… ¿Qué has investigado de mi hijo mayor?. —Contraté a un hombre que debía estar cerca de Raúl, más bien cerca de quienes lo rodean.
—Su hijo no sale con nadie, no hace más que trabajar y conversar con algunos de sus colegas, pero no lo veo apegado a nadie en particular… Sé lo que usted sabe, ayuda a su hermano y familia.
—Ya lo recuerdo, al aparecer Raúl seguía ayudando a Bruno, pero no podrá seguir h
