Capítulo 16.
Hogar.
Pamela.
En la mañana todo marchaba bien, tal y como quise desde un principio, seguí durmiendo hasta cerca del mediodía. Mi amigo Mario ni siquiera se dignó a escribirme un mensaje.
«Conociéndolo debe estar dormido» —Pensé mientras buscaba a mi esposo con la mirada, pero no podía verlo por ningún lado.
«Tal vez me dejó aquí sola» —Suspiré y me apresuré en darme una ducha, lo mejor sería pedir un taxi y marcharme también, ya conseguí un departamento cerca de la universidad; no me agrada estar viviendo en la casa de alguien más por tanto tiempo, eso es incómodo, encontré pan, queso, leche y café, con agilidad preparé unas tostadas.
Me alisté como para irme, y cuando tomo mi bolso, escucho la voz de Raúl, quien entró por la puerta trasera.
—¿Ya te vas?. —Pregunta y v
