B U R B U J A

1869 Words
↢ JULIAN ↣   No entiendo por qué me pidieron que trabajara en la revista de forma presencial, si llevo dos días aquí y hago exactamente lo mismo que hacía desde casa sentado comodamente en el sillón o en mi escritorio, pero acá debo ver caras, personas que no me interesa conocer, mucha gente a la que saludar, uff… Por suerte no debo usar uniforme, ya que terminaría con mi calvario, ya que con mi “look” al menos, paso un poco más desapercibido, y aunque para las reuniones que, obligadamente tendrémos cada lunes, deberé venir más formal, no deja de ser incómodo el tener que venir de forma presencial.   —Jefe, tenemos un problema. —escucho decir a un chico al que aún no conozco— ¿Jefe? —vuelve a repetir, miro hacia todos lados y no veo a nadie. —¿Me dices a mí? —pregunto con dudas. —Ehm… ¿Usted es Julián Riffo? —pregunta y asiento. —Si, yo soy Julian. —contesto aún con dudas, remarcando que se dice “Yulian”. —Usted es mi nuevo jefe entonces. —dice sonriente. —Ufff… aún no me acostumbro a esto. Perdón. Pero porfavor no me digas jefe, llámame Julian… Tenemos casi la misma edad ¿no? —explico entrecortado. —Está bien Julian. Yo me llamo Andrés Pineda. —dice tendiéndome su mano para saludarme, por lo que le doy la mano. —Dime, qué necesitas, cuál es el problema. —pregunto para terminar luego con esto y volver a quedar solo en esta oficina, como tanto me gusta. —Necesitan revisar un equipo en el departamento de redacción, ya que no conecta a la nube de la revista. —dice y lo miro con dudas. —¿Y no puedes ir tú? —pregunto y él niega. —Lo mío son las instalaciones electricas, cableado, cambiar bombillas y todos esos problemas, pero en la parte de computacional no soy muy hábil, sé lo básico nada más. —explica y asiento. —Está bien, no te preocupes, para eso estoy aquí, supongo. —digo nervioso— ¿Me acompañas? No sé dónde es. —pregunto y el chico asiente— Así te puedo explicar algunas cosas básicas, por lo general ese es el tipo de problemas más usual y te aseguro que es algo muy sencillo de resolver. —digo y el chico asiente entusiasmado.   Caminamos hacia el ascensor y el chico marca el cuarto piso «Cuarto piso, redacción. Check» pienso y salimos de la caja metálica por el pasillo, suena mi móvil y es un mensaje por lo que lo saco de mi bolsillo, cuando choco con alguien; veo una chica con el pelo sobre su cara recogiendo todos sus papeles rápidamente   —Dis-disculpa. ¿Te. Ayudo? —digo nervioso, sin poder verle el rostro, y ella niega. —No, tranquilo, fue mi culpa. —dice sin voltear. Termina de ordenar los papeles y sale fugaz hacia el ascensor.  —No te preocupes, es Sara, siempre anda corriendo. —dice Andrés entre risas. —Ni siquiera le vi la cara. Para mí fue como ver al tío cosa con vestido. —digo como broma, por lo que el chico se larga a reír. —Lástima que no la hayas visto, está lejos de ser como el tío cosa, es más como una princesa disney. Es muy bella. —dice mirando el ascensor con ojos de huevo frito. —En fín. Como sea. ¿Dónde está el problema? —pregunto sin prestar mucha atención al comentario anterior. —Es el de Benjamín. Sígueme. —dice caminando hasta un cubículo exageradamente arreglado y oloroso.  —Benji, vinimos a arreglar tu computador. —dice Andrés y veo cómo se le ilumina el rostro al tal Benji, que realmente estaba jugando al solitario. —Hola guapo, ¿quién es tu amigo? —pregunta y sólo sonrío. —Es mi jefe. Se llama Julian. —dice Andrés y yo asiento en su dirección. —Hola. Un gusto. Cuál es el problema con su equipo. —inquiero acercándome al computador. —Ay, llámame Benji lindo, y no sé, no entiendo nada de computadores. —dice coqueto mirándose las uñas— Dejó de funcionar la conexión y me sale un mensaje de error. —explica y giro el monitor del computador y veo el cable de conexión desconectado, bufo para mí, lo vuelvo a conectar y compruebo que todo funcione como corresponde. —Estaba desconectado el cable RJ45. —explico y Benjí me mira con cara de poker— el cable que conecta Eternet al computador. —explico nuevamente y sus ojos son cada vez más grandes— El que te da conexión a internet y a la nube. —finalizo y se rié culposo. —¡Ups! —hace un gesto de culpabilidad— Un placer conocerte. —dice coqueto y simplemente me río. —Igualmente. —digo y camino hacia el asensor seguido por Andrés— Adiós. —Hago un gesto con la mano y vuelvo a tomar el móvil mientras espero el ascensor.   Samir: Hermano, conseguí entradas dobles para el COMIC CON.  Samir: Necesito que me acompañes. Julian: No sé, ya sabes que no me gusta tanta gente. Samir: Vamos hombre, sal de esa burbuja. Julian: Estoy cómodo en ella. Samir: Pero algún día estallará y caerás. Julian: No te vayas en la profunda a esta hora :P Samir: Es en serio Juls, sabes que te lo digo porque te quiero hermano. Julian: Ay ya… hablémoslo en casa ¿Si? Samir: Dime ahora, en casa evadirás el tema. Julian: Ufff… eres insufrible… está bien.  Samir: ¿Qué? Julian: Te acompañaré, pero ni pienses que me voy a disfrazar como tú. Samir: Ni si quiera se me pasó por la cabeza que lo hagas. Julian: Ya, ok, ok. Nos vemos luego. Samir: Ok. Pediré pizzas para la cena. Julian: Genial, pasaré por unas cervezas entonces. Samir: Vale. Julian: Nos vemos.    Me río mientras caminamos a la oficina seguido de Andrés, donde conversamos sobre la empresa, del jefe anterior, y algunas cosas que me comenta de su vida personal. La verdad es muy simpático, no está tan mal trabajar con él, es muy relajado y al ser su jefe, sé que no me podrá molestar por ser tan tímido, además que es fácil tratar con él hasta el momento.   Llego a casa después de haber pasado al supermercado y comprar unas pocas cosas, incluyendo las ceverzas, dejo mi tabla a un lado de la entrada, Catty se me acerca para saludar y veo a Samir que está tirado en el sillón.   —¿Mal día? —digo y se gira con cara de cansancio. —Náaa simplemente estoy agotado y con mucha hambre. —comenta y le acerco una cerveza. —¿No almorzaste? —pregunto más como reto que otra cosa, y niega. —No alcancé. La verdad es que no tienes idea, pero lo bueno es que conocí una chica hermosísima, aunque en las peores cirscunstancias. —comenta divertido, mientras me quito las zapatillas, las dejo en el zapatero que tenemos junto a la entrada y camino hacia el sillón con una cerveza para mí. —¿Cómo entonces? —pregunto interesado. —La pobre chica iba caminando y piso mierda, literalmente se enmierdo todo el pie. —cuenta y me largo a reír imaginando el episodio. —¡Yiak! Pobreee. —exclamo. —Le compré una botella de agua y pañuelos, ya que no se me ocurrió otra forma de ayudarla, además tenía que ser un caballero. —explica y asiento. —Ahí quedaste como rey ¿no? —pregunto mientras le hago un 1313. —Quizás. Al menos ya tengo su número y su nombre. —dice orgulloso de su logro— Quedamos en salir por unas cervezas o un café uno de estos días. —dice embelesado. —Excelente campeón. —digo celebrando su conquista y se da vuelta para mirarme de frente. —Tengo mi disfraz listo también. —dice como si nada y salto a su lado emocionado. —No me vas a decir ¿Verdad? —pregunto y niega. —Sorpresa, así no te podrás echar para atrás, me tendrás que acompañar ese día si o sí. —dice serio. —Está bien. Te acompañaré. —digo resignado. —Lo pasaremos bien. —rebate— Pediré las pizzas. —dice de pronto y asiento. —Iré a la ducha mientras llegan. —espeto y me pongo de pie para ir rápidamente al agua y quitarme el día de encima.   Catty se me acerca para que le haga cariño, mientras tomo el pantalón de mi pijama para salir a la sala y comer esas pizzas que tan apetitosas se huelen desde mi cuarto.   —Vamos cariño, te daré de comer. —le hablo tierno y la pequeña motuda me ronronea mientras me sigue a la sala, donde está Samir engullendoce un trozo de pizza. —Gracias por esperar. —digo sarcástico. —Tenía hambre. —dice con la boca llena encogiéndose de hombros. —Dale. Lo había olvidado. —digo y tomo un trozo para mí— Y bueno, cómo es tu nueva conquista. —inquiero para hablar de algo mientras cenamos. —Parece sacada de una película de esas que terminan “y fueron felices para siempre”. —comenta— Además que es muy simpática y alegre… chispeante. —rebate y sonrío. —No le vayas a romper el corazón, que de verdad no entiendo con lo ñoño que eres como consigues chicas tan rápido. —digo entre risas, por lo que me da un empujón. —Se le dice carisma y labia, hermanito. —dice con el ego elevado al cubo. —Como digas campeon. —espeto y me largo a reír— Deberías enseñarme un par de trucos. —bromeo y él se medio levanta de su lugar entusiasmado. —Creo que mejor me iré a la cama, el ejercicio me está pasando factura. —digo apuntando mi tabla de longboard. —Qué exagerado. —se queja Samir y lo miro serio— Pero te tomaré la palabra. No te escaparas de que te de un par de trucos para conquistar chicas. —dice seguro, como si fuera un s*x symbol. —Con qué cara me dices eso, si tu único ejercicio es apretar el control del tv para cambiar el canal. —suelto entre risas y me voy a toda velocidad a mi cuarto seguido por Catty que como siempre, me pide dormir conmigo— ¡Buenas noches! —digo alto desde el dintel de la puerta.   “¡Descansa!” me grita Samir desde la sala y cierro la puerta del cuarto, donde me dejo caer en la cama.    Quizás Samir tenga razón y este nuevo cambio sea positivo para mí y así salir de esta burbuja en la que me he refugiado. Ni siquiera he tenido novia en todos estos años; pero cómo podría, si ni siquiera puedo entablar una conversación con una chica sin tartamudear, pienso mientras los ojos cada vez los siento más pesados hasta que me quedo profundamente dormido.
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