Con el paso de los días me adapto a la escuela de nuevo, Laura y yo, seguimos entablando una relación. El profesor de literatura pospuso el debate para la siguiente semana.
A lo que no logro acostumbrarme es a que los rumores sobre mi cambian, y aumentan, algunos me dan risa, otros están terriblemente cerca de la verdad, pero nada para alarmarse. Al parecer mientras menos información des, menos
Afortunadamente no he tenido contacto de nuevo con los gemelos malvados, a Lily la veo poco, en un par de clases de tronco común, y bueno con Damián lo veo en todas las clases, pero no cruzamos palabra, Nate es otro tema, con he llegado a hablar, en un chico alegre e interesante, y aunque se ha insinuado un par de veces, yo trato de no darle importancia porque ahora prestan atención porque soy la chica nueva.
El día de hoy me levanto un poco débil, el médico me comento que tendré días así, pero no debo alarmarme, solo debo tomar las cosas con calma.
Camino por el pasillo qué va a la cafeteria. Pero me mueven el piso y me agarro a lo primero que tengo a la mano.
— ¿Estas bien Vega? —Cuando volteo a ver, me doy cuenta que lo que tome fue el brazo del profesor de literatura
—Si, solo que me maree un poco.
—¿Desayunaste?
—Apenas iba para alla
—Vanga te acompaño
—No se preocupe, no es necesario—Digo soltando lo y haciendo un esfuerzo descomunal por mantenerme en pie. Supongo que el piensa lo mismo porque me toma del brazo y me guía hasta el comedor, donde al entrar muchas miradas se posan en nosotros, y el hecho de que el tome mi brazo no ayuda.
Me lleva a la mesa más cercana qué es donde esta el trío malvado, bueno Nate no lo es.
—¿Estas bien Ali? —Me pregunta Nate. Yo solo asiento
—Dame tu tarjeta te traeré la comida—Dice el profesor, dejando a más de uno en la mesa con cara de asombro, a mi solo me importa recargarme en la mesa y que el mundo deje de girar. Le estiró la tarjeta y de inmediato recargo mi cabeza sobre mis brazos en la mesa. Cierro los ojos.
—¿Segura estas bien? — Pregunta de nuevo Nate—Te ves muy pálida.
Niego con la cabeza que esta aun sobre mis brazos.
Cuando el mundo deja de girar un momento, decido voltear a verlos y al menos un par de ojos me observan con preocupación, los de Nate. Lily me ve con algo de burla y triunfo en el rostro. Y Damián ni si quiera me mira, esta leyendo algo sonrío al notar que es orgullo y prejuicio, demonios hoy es el debate.
—¿¡Una noche loca eh?!—Pregunta Lily haciendo cara de picardia, yo la observó tratando de descifrar a que se refiere—Alcohol, drogas y sexo
—Si debió ser eso—Respondo con sarcasmo y Nate ríe por lo bajo.
—Una noche pasional con el profesor... Lo entiendo ¿!eh?!, es un adonis.
—Vete a la mierda Lily— Damián y Nate ríen y ella simplemente se voltea a otro lado.
El profesor llega con la charola y la pone frente a mi, se pone en cuclillas para revisar que este bien, yo lo miro directamente a los ojos. Tiene ojos muy lindos, pestañas pobladas y chinas, y los ojos algo rasgados, y de un tono café claro.
—Ya me siento mejor, gracias—Le digo sinceramente, el mareo qué fue la peor parte ya paro.
—¿Segura, estas bien?—Pregunta con preocupación en su voz.
—Segura—Sonrío hacia el y me regresa la sonrisa.
—De acuerdo, Vega, me voy, los veo en clase.
Se va y tomo el agua porque tengo la boca algo seca.
—Deberías de comer algo—Dice Nate, empujando la charola hacia mi, pero ver la comida no se me antoja, pero aun así hago el esfuerzo por comer los huevos, dejo el tocino, pero tomo el jugo.
Suena mi celular y en la pantalla puedo ver "Dante" veo la hora y decido que si tengo tiempo de hablar con el. Ellos me miran atentamente
—Hola extraño
—Hermosa
—No me digas así—Le respondo. Y el ríe a carcajadas
—¿Qué haces?
—Desayuno, pero pronto iré a clase de literatura.
—Ya, ¿Y que tal? ¿Si saben leer?
—Me he encontrado con algunas buenas sorpresas—Digo viendo a Nate el cual esta entretenido con su comida—Y otras no tan buenas—Ahora miro a Liliana, cuando mis ojos pasan por un breve segundo a Damián el me esta mirando confundido.
—Hermosa tengo que irme, quería escucharte antes de entrar a la radiación
—De acuerdo, mucha suerte.
—Tu igual, ganales a todos.
Y colgamos el teléfono. Yo sonrío, me encanta saber que Dante va mejorando, aunque aún no ha podido salir del hospital, pero ya se le escucha mejor.
Cuando termino de comer, saco mis pastillas del pastillero de la mochila y los tres me miran sorprendidos cuando saco 3 pastillas y las comienzo a tomar.
—Así que si son drogas
—Nunca dije que no—Le comento, me levanto, tomo otra botella de agua y me marcho.
Quiero llegar a la clase, y espero ver al profesor para darle las gracias.
Afortunadamente lo encuentro en el pasillo antes de llegar.
—Profesor—el se gira de inmediato y al verme sonríe.
—Vega, ya te ves mucho mejor— Dice alegre.
—Si ya me siento mucho mejor
—Debe ser difícil, por tu estado—Lo miro sorprendida y el sonrie—Todos los profesores estamos informados
—Ya... ¿Porque...?
—¿No decimos nada?—Pregunto con voz suave—Solo se nos informo por si se requiere alguna atención médica, no solo de tu caso, hay muchas otras personas aquí, qué tienen algún padecimiento, pero no podemos decir nada
—Ya, bueno gracias y gracias por la atención, se que es su traba...
—Mi trabajo es enseñar, te ayude porque así lo quise, Vega. No confundas, el ser maestro no nos obliga a ser buenas personas.
—Lo sé, por eso gracias por apoyarme hace un momento
—Nada que agradecer, lo hice con gusto... No siempre encuentras una joya como tu en clase—Lo miro sorprendida y retrocedo un poco, el rie—Me refiero a la clase, Vega, hay pocos estudiantes a los que les interese la literatura y es grato, saber que aun existe, particularmente esta generación tiene dos talentos.
Me guiña un ojo y abre la puerta, justo cuando preguntare quien es el otro el se gira
—Te veo en clase Vega—Dice y se mete a su oficina, yo me encojo de hombros y sigo hasta el salón, donde ya se encuentran todos. Me siento con Laura y Naddia.