Cuando despierto estoy muriendo de calor, algo pesado me rodea me giro y el cuerpo de Damián desprende tanto calor, y aun así decido no alejarme, al contrario me acurrucó más en sus brazos. El me aprieta contra el, y huele mi cabello.
—Buenos días—Me dice con voz ronca
—Buen día—le contesto hundiéndome en su pecho.
Y el me aprieta. Después sus labios buscan mi boca, cuando se encuentran se siente tanto alivio. Se que pronto terminará la tregua de anoche, así es con el, siempre. Me pega a su cuerpo aun desnudo.
—Nunca he dormido con una mujer.
Lo miro de manera burlona
—No... Haz dormido con muchas
El se ríe antes de contestar
—No así. Literalmente nunca he pasado la noche con una mujer, solo dormidos. Y más impresionante es que esa mujer este semi desnuda aun entre mis brazos.
Me
