Cuando despertamos estamos desnudos y sucios. Pero aun es de noche. Me quito de su abrazo para ir a bañarme, pero al poco rato llega el a la regadera. —Te ayudo—Dice y comienza a lavarme la espalda, se pone jabón en las manos y talla mi pecho, mi cintura y en mis nalgas siento como su erección crece —Te recuperas rapido—Digo volteando e para abrazarlo y el sonríe —Tu eres la culpable—Me dice besándome, mientras el agua cae por nuestros cuerpos ya mojados, me toma del trasero y me. Levanta para pegarme en la pared, nuevamente comienza a penetrarme, se siente tan rico, estoy tan mojada, qué entra y sale con facilidad. —Me encanta hacerlo contigo Damián—Le digo en el oído mientras sus gemidos llenan los mios —Y a mi me encanta hacértelo, están tan ric—Y me pega más a la pared, porque su

