- Entregaste el contrato a Aleskey Sánchez –le pregunto a José Manuel apenas abordé el automóvil para irme a mi apartamento-. - Sí Iliang, y ya lo firmó también, quise dejárselo para que lo leyera con calma, pero apenas se lo entregué lo firmó. Se lo devolví a Ana Julia apenas regresé –me informa-. - Está bien Jose, gracias –le digo recostando la cabeza en el respaldar del asiento al tiempo que pone en marcha el automóvil-. “Listo ya es un hecho, estaré amarrada por tiempo indefinido a Aleskey Sánchez”, de solo pensarlo me da escalofríos, “deja el drama no eres tu quien se amarra a él, sino el despacho”, me dice el subconsciente. Como está visto que seré yo quien lleve la representación directa de sus bienes, debo planificar bien una estrategia de trabajo que asegure