Iliang y Aleskey: Las trampas del destino (2)

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Aleskey: Apenas la vi detenerse en la entrada de la Clínica, supe lo que venía en seguida. Quise ofrecerle una silla de ruedas para que no se esforzara. En seguida descarté la idea, sino ambos estaríamos hospitalizados en estos momentos. Como me la imagino, me la hubiera pegado en la cabeza así se hubiera desgarrado nuevamente el hombro. No soporto a las mujeres berrinchudas, eso se lo dejo a los niños, y sin embargo, tampoco es que los tolere mucho. Una de las razones por las que no tengo familia es por eso, a parte del peligro que para ellos representaría estar a mi lado o que los asocien a mí. El huracán a pesar de ser una famosa abogada, a veces se comporta como una niña, y eso no es algo que voy a tolerar, si va a estar a mi lado, mejor que ni hable. Para aligerar la movilidad e

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