Aithana
Salí de la oficina, en busca de Sebastián, completamente enfadada, recuerdo la última vez que vino y me dijo que estaba obligado a venir y no entendí, pero ahora entiendo que fue por presión de Mónica, no puedo creer que Mónica lo siga obligando después que le pedí que no lo hiciera, recorro los pasillos del orfanato y solo encuentro pequeños jugando, salgo a la enorme zona verde donde los niños juegan futbol y ahí encuentro muchos gritos de alegría. veo a Sebastián con ropa deportiva su camiseta blanca ceñida a sus músculos y un poco de sudor recorriendo su piel, pateando la pelota y corriendo en dirección a la portería, el sonríe mientras los niños corren tras el, hace una anotación y los pequeños de su equipo corren a abrazarlo, los niños del equipo contrario no se ven muy cont
