Aithana
Sebastián salió antes que yo del auto y me extendió la mano para que la tomé, salí del auto, Colin fue en dirección al parqueadero.
después de verificar en la entrada que somos invitados al evento, nos hicieron pasar, Sebastián tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos.
deje que lo hiciera, las personas nos miraban al pasar, cosa que me pareció extraña.
caminamos al ascensor para llegar al último piso del edificio entramos a un enorme Salón con lámparas brillantes colgadas del alto techo rodeado de ventanales hasta el piso frente a estás, mesas perfectamente decoradas, afuera una piscina y frente a ella un mirador que permitía ver las luces de los edificios de la ciudad.
de camino a nuestra mesa encontramos al señor Richard Evans y creo su esposa una mujer muy bella alta su cabe
