¡Debes Casarte!

2659 Words
Safe creative. Registro: 2110199559352 Todos los derechos reservados. —Mi única condición es que tu hijo se case con mi nieta— afirmó Robert Williams detrás de su enorme escritorio, su rostro no reflejaba una pizca de duda. —Pero… señor Robert es una locura mi hijo tiene novia y va a casarse con ella, además ni siquiera se conocen, no se han visto jamás. — Respondió la señora Mónica Torres intentaba hacer entrar en razón a Robert. —Eso no importa tendrán todo el tiempo para eso en cuanto a su prometida debe cancelar ese compromiso inmediato. Es mi condición si quieren que salve su compañía, si todo resulta como espero ni siquiera tendrán que devolverme el dinero. Los presentes estaban impactados la señora Mónica miro a su esposo con asombro no podía creer las palabras que el señor Williams había dicho. ¿cómo iba a lograr que su hijo deje a su prometida y se case con una desconocida? Debía hacer todo lo posible su hijo no iba a ser la razón por la que ellos queden en la ruina. —Señor Williams tenemos un trato— el señor Kevin Torres se levantó de su silla y apretó la mano del mayor quien sonrió complacido y respondió el día que mi nieta se case con Sebastián tendrán el dinero. —Mañana vengan a cenar los tres les daré los detalles del trato, Sebastián debe enterarse por ustedes está noche yo me encargo de mi nieta. Mónica encárgate de organizar la fiesta de compromiso la boda y demás detalles, por favor. Mónica asintió y le dedicó una leve sonrisa, miro a su esposo para salir de la mansión sin saber cómo le iba a darle la noticia a su hijo. Aithana —Alany por favor envía estos contratos a los abogados que los revisen y agreguen nuestras nuevas condiciones. Acaricio mi sien con mis dedos mientras cierro los ojos. —¿Dia largo? Me pregunta Analy. —Solo un poco, bueno ve a descansar mañana nos encargamos de lo que quedó pendiente hoy, gracias. —Está bien que tengas buena noche. Asiento con la cabeza, me levanto tomo mi abrigo, la cartera me dirijo al estacionamiento pensando en que desde que mi abuelo se retiró y me dejó a cargo de todos los días son más pesados. Conduzco ya oscureció disfruto del silencio del camino, la mansión queda fuera de la ciudad no puedo esperar a llegar y tomar un relajante baño caliente. Llego a la mansión, está rodeada de árboles hay un camino de piedras en la entrada, es blanca tiene un estilo clásico, aquí crecí desde que perdí a mis padres y mi abuelo se encargó de mí, estudié siempre con monjas y chicas, él es muy conservador y así yo crecí, guardando las buenas costumbres. Abro la puerta al frente están unas hermosas escaleras en espiral que dirigen al segundo piso, abajo al lado izquierdo está una sala enorme con muebles blancos al final de ellos una chimenea, un TV gigante que siempre tiene en la pantalla una bella pintura de paisajes azules, caminando al fondo del corredor encuentro la cocina al lado está el comedor de 10 puestos este está rodeado de ventanales que dan del piso al techo, a la derecha de la puerta principal está ubicado el estudio del mejor abuelo del mundo. Me dirijo a la puerta doble color blanco para saludarlo, golpeó suavemente con una sonrisa en mi rostro. —Adelante— escucho la voz de mi abuelo entro y me acerco a él para darle un abrazo y un beso en la mejilla. —¿qué tal tu día mi niña? —Muy bien revisé contratos, proyectos, nuevos inversionistas, aún hay muchos pendientes, pero poco a poco nos pondremos al día. — Hija creo que necesitas ayuda. —No, estoy bien no te preocupes puedo con todo— levanto mi brazo para mostrar mis músculos, él sonríe. —Pienso que ya es momento de que conozcas a alguien y formalices una relación. —Abuelo sabes que no soy muy sociable prefiero estar enfocada en la empresa, además los hombres no me encuentran atractiva— lo sé porque desde que empecé a tener edad para salir con chicos fui ignorada completamente por ellos y me resigne entonces me concentre en mis estudios y hace cuatro años en la empresa. —Tonterías, eres la mujer más hermosa del mundo, te pareces a tu madre, ella era preciosa, es más eres aún más bella que ella y eso es mucho decir. sonrío —¿de verdad? —Claro que si mi niña, el hombre que consiga tu amor será el más afortunado, eres una mujer maravillosa. —Abuelo ¡ya!, me vas a convertir en una engreída. El suelta una risita —Eso jamás pasará tú no eres así— —Bueno Abú me voy a dormir estoy muy cansada, por favor no te acuestes muy tarde, te quiero— beso su mejilla y lo abrazo. —Descansa, también te quiero— me responde. —Espera hija— me doy vuelta y lo veo —dime. —Mañana tenemos una cena importante aquí en la mansión. —¿con quién? — pregunto. —Unos viejos amigos. —Está bien— le sonrió y salgo directamente a mi habitación en el segundo piso. Mi habitación es enorme todos los detalles son blancos mi color favorito; la cama es tamaño King, el baño es hermoso tiene una ducha que cae en forma de lluvia lo cual me encanta, una bañera de gran tamaño y al otro lado está el closet lleno de ropa formal dos tallas más grandes y un espejo que ocupa toda la pared no tengo maquillaje no sé usarlo, hay unos cuantos pares de stilettos de 5 cm, me gusta estar cómoda. Me desvisto, quedó en bragas y brasier me dirijo al gran espejo que casi nunca uso para ver mi reflejo, uso el del baño solo para hacerme una cola o un moño. Veo mi reflejo; mis senos son más grandes que el promedio, mi cintura es pequeña y definida, mis caderas anchas, mis nalgas son redondas y pronunciadas, mis piernas son bien formadas, mi piel canela, rasgos delicados en mi rostro, una pequeña nariz respingada, ojos expresivos color café, labios con volumen. Desde que comenzó mi pubertad el abuelo insistió en vestirme con ropa dos tallas más grandes y yo me acostumbre a usarla hasta ahora me siento segura solo si estoy vestida así y uso mis gafas grandes de marco n***o. Me desvisto por completo y tomo un relajante baño con agua caliente, me visto con un pijama de pantalón y camiseta sin mangas, pedí a Dalí que suba mi cena, como, Leo un rato y duermo temprano. Sebastián. Llegó a casa realmente cansado, está búsqueda de inversionistas es infructuosa no sé aún como es que mi padre hizo que lleguemos a este punto, pero no estoy dispuesto a perder mi patrimonio y el de mi futura familia, tampoco quiero que mi madre pierda su acostumbrada vida. Abro la puerta y me encuentro con mis padres sentados esperando por mi —Hijo al fin llegaste— dice mi madre. —Buenas noches, madre, estoy bien gracias por preguntar. — lo siento hijo tenemos algo muy importante que decirte. —Ok— dejo mis cosas en el mueble más cercano y me siento frente a ellos. —¡Y!, rompo el incómodo silencio. —Encontramos un inversionista— dice mi padre. —Son excelentes noticias, necesito sus datos y mañana mismo quiero hablar con él, ¿por qué tienen esas caras? — Él tiene una condición. — Es lo más natural, son muchos millones— les respondo. —La condición no tiene nada que ver con algo de negocios— mi padre interviene. Frunzo el ceño —¿entonces de que se trata? Se miran el uno al otro — los escucho, estoy agotado. —Debes casarte con su nieta. Abro mis ojos incrédulo, los miro esperando que me digan que es una broma de mal gusto, pero no veo ni la más mínima señal de diversión en sus rostros. Me levanto del mueble completamente enojado las palabras salen sin que las pueda detener —¡¿en qué estaban pensando?! Ni siquiera tomaron en cuenta mi opinión, me comprometí hace un mes con Danielle, ¿qué se supone que haga? ¡¿qué cancele mi compromiso por una desconocida?! Mi padre se levanta —Hijo no hay otra opción, llevamos seis meses buscando inversionistas, estamos acabando con lo poco que queda sin tener que recortar personal a este paso nos quedan máximo tres meses y todo acabará. Sé que esas palabras son ciertas desde que tome la responsabilidad de las empresas es difícil mantenerlas en este punto. — entonces no tengo alternativa— sin esperar respuesta me retiro y me dirijo a mi cuarto, aún no puedo creer que esto esté pasando, tomo un baño me pongo solo un pantalón de chadal gris y me acuesto a dormir, pero no lo logro, me pregunto ¿por qué yo?, que hay de malo con la nieta de aquel hombre para necesitar comprarle un esposo?, ¿cómo le diré a Danielle que debemos romper el compromiso? ¿cómo voy a vivir con una desconocida? Mis pensamientos se calman un poco al saber que hay una forma de salvar las empresas de mi familia. Al día siguiente. Aithana Suena la alarma son las 6:00 de la mañana me pongo ropa deportiva y voy al gimnasio es en el primer piso de la casa de huéspedes está detrás de la mansión después de la piscina y el hermoso jardín lleno de flores que planto mi madre, hago media hora de cardio tres veces a la semana y ejército mis músculos dos veces a la semana, al terminar voy a mi cuarto tomo un baño me visto con un traje beige pantalón, blazery una camisa de botones blanca, zapatos stilettos miel de 5 cm, no soy muy alta mido 1.60, pero prefiero estar cómoda. —Buenos días, Abuelo— lo abrazo y me siento a su lado para desayunar. —Hija hay algo importante que debes saber— lo veo con curiosidad para que continúe. —Las personas que vienen está noche son tu futuro esposo y sus padres. Me atraganto con la tostada mientras lo veo, sin entender ninguna palabra, —¿qué estás diciendo? —Tany ya es momento que te cases, quiero nietos mientras aún viva, necesitas ayuda en la empresa. —¿de dónde lo sacaste? ¿El acepto así sin más? ¿qué hay detrás de esto? —Es el hijo de unos viejos amigos es un buen muchacho por eso lo elegí para ti, si aceptó casarse contigo— estaba seguro de que aceptó no tenía alternativa. —Respecto a que hay detrás de esto no es algo que debas saber aún. — Y… ¿Si me niego? —Simple mi pequeña niña, venderé la compañía legado de tu padre y mío, y las fundaciones que abrió tu madre cerrarán definitivamente. No puedo creer lo que estoy escuchando —No te atreverías abuelo— Él encoge los hombros —ponme a prueba— —Debo irme se hace tarde— tengo un remolino de sentimientos, cuando entro al auto me duele que el este haciendo esto, como puede ser tan autoritario y casarme con quién él quiere y ¿si es mucho más grande que yo?, ¿un mujeriego?, ¿una persona desagradable? Y ¿si te gusta? pregunta una voz en mi cabeza, niego no puede ser que alguien decente se case de esta manera. En la empresa no puedo concentrarme en nada las palabras de mi abuelo se repiten en mi cabeza una y otra vez, también, el no saber quién es el hombre que él eligió, todo es tan confuso. Un sonido en la puerta me saca de mis pensamientos —adelante Alany. —Tany que te sucede te veo preocupada. —Es una larga historia— contesto. —¿Vamos a almorzar y me cuentas? — Está bien, vamos. Tomo mi cartera y salimos de la compañía. Llegamos caminando a un restaurante cercano donde la comida es deliciosa, Alany aparte de mi secretaria en la única amiga que tengo y confío en ella. Pedimos nuestra orden mientras Analy me mira expectante. —Me voy a casar. Alany casi cae de su silla al escuchar la noticia —¿co.. cómo?, no tienes novio que yo sepa ¿me ocultaste que tienes novio? Me pregunta con tristeza— ¿quién es lo conozco? —Ni yo lo conozco. —¿QUÉ? —Mi abuelo convenció a alguien para que se case conmigo, no me quiso dar detalles, pero se supone que es un buen muchacho por eso lo eligió, lo conoceré está noche. —Esto es muy raro, ¿por qué no te negaste? —Lo hice, pero él amenazó con vender la compañía y cerrar las fundaciones. Una gran O apareció en sus labios —Acabo de desconocer al señor Robert esto está fuera de los límites. —Lo sé, siento que ya no sé quién es él, ni con que va a salir de ahora en adelante. Terminamos el almuerzo no tenía mucho apetito tengo un nudo en el estómago, en la tarde trato de no pensar y enfocar mi energía en todos los pendientes de la compañía, termino muy cansada no quiero ir a casa, no estoy lista para enfrentar esto, mis manos cubren por completo mi rostro tratando de calmar la ansiedad de esta situación. Salgo del edificio en mi coche me dirijo a la mansión tratando de hacer tiempo para evitar lo inevitable. Abro la puerta y ahí se encuentran tres personas una señora rubia alta muy bonita, con mucha clase, a su lado un señor alto guapo con porte, elegancia y frente a ellos un joven sentado en el brazo del mueble se ve altivo, es blanco, su cabello rubio oscuro, ojos color miel, nariz perfecta, rostro simétrico, labios gruesos rosados, es alto, su cuerpo está trabajado lo dicen sus músculos a punto de reventar ese traje gris a la medida. —Hija que bueno que llegaste— habla mi abuelo sacándome de mis pensamientos camino hacia él, beso su mejilla y lo abrazo nos acercamos a la sala juntos, el chico increíblemente atractivo no deja de mirarme lo que me pone nerviosa. —Buenas noches los saludo. Mi niña ellos son: la señora Mónica de Torres —mucho gusto— extiende su mano —igualmente— respondo con una sonrisa lo mismo sucede con el señor Kevin Torres luego pasamos al joven —él es Sebastián— mi abuelo termina de presentarnos. —Mucho gusto— le sonrío, él extiende su mano de mala gana y asiente con su cabeza, me desconcierta ese gesto. Nos dirigimos a cenar, con el silencio como protagonista, le dirijo algunas miradas a Sebastián es realmente atractivo, me sonroja pensar que será mi esposo, aunque parece ser arrogante eso no me agrada. Después de la cena ya en la sala, la señora Mónica está muy entusiasmada con lo que está pasando creo que es la única y mi abuelo que no dejan de hablar, Sebastián está con la mirada perdida, su padre y yo tratamos de seguir el ritmo de la conversación entre Mónica y mi abuelo, ella se encargará de los preparativos; me acompañara a comprar el vestido de novia no haremos fiesta de compromiso solo se anunciará por la prensa, la boda solo se hará con los aquí presentes y los padrinos, será en el jardín, jamás me imaginé que me iba a casar a escondidas, debía tener una boda de ensueño en un lugar hermoso con un hombre que me ame, esto me duele, pero no hay marcha atrás, mi abuelo aclara otros detalles que me dejan sorprendida.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD