NATASHA
Se me paso la menstruación, no podía estar más feliz, estoy que brinco de alegría, esta noche dormiré tranquila porque sé que no vendrá a mi habitación, me tiro en la cama, siento una tranquilidad. Esa señora me ofendió, no sé por qué me dijo que tenía que ser una prostituta para haber aceptado eso. Aunque no sé a qué se refirió. No le dio tiempo de decirme más, aunque su rostro era de decepción, como si hay algo detrás de todo esto.
Mientras analizaba mi situación e imaginando lo que esa señora me quiso decir, termine durmiéndome, porque cuando abrí mis ojos ya mi dormitorio está claro, deje nuevamente las cortinas abiertas. Me levante con pereza, cuando ando con la menstruación mi cuerpo se siente más pesado de lo normal, me da una pereza, lo bueno que no padezco de cólicos.
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