Capítulo 2

1472 Words
Mary Salgo de cuarto, respiro por última vez, le pido a mi mama que me dé fuerzas para hacer esto y voy a su encuentro. Está parado en la cocina tomando una cerveza que sacó de la nevera, sigue igual de guapo que ese día que tropezamos por primera vez en la universidad desde ese día no me dejo de perseguir. Alto de complexión delgada pero no flaco, piel blanca, pelo castaño y ojos color miel que me cautivaron desde el primer momento que se fijaron en mí. Se percata de mi presencia y me mira con cara de acusación como hace últimamente y ahí listo se rompe el hechizo de amor eterno. –Los niños están con Papá y Cami – digo en un tono bajo pero seguro a la vez. Me queda mirando con cara de que estoy loca para variar, de mala madre porque los deje con alguien más. Sé que todo se va a ir la mierda dos segundos. –Pues te veo completamente bien y entera no veo la razón por la cual mis hijos no estén en su casa con su madre cuidando de ellos, porque no tienes otra obligación más importante que cuidar de ellos. Sabes que me gusta estar con ellos cuando llego de viaje. No entiendo que mierda tienes en la cabeza para dejarlos pasar la noche en otro lado que no sea su casa. Y hasta aquí llegó mi paciencia, todo mi autocontrol se fue de paseo. Lo miro con cara de asombro y a la vez con ganas de matarlo. –¿Sabes que Peter? –digo tratando de calmar mi respiración. Le digo en Español de manera lenta y pausada para que me entienda –VE-TE-A-LA-MI-ER-DA. Me queda viendo como si estuviera más loca de lo normal, pero antes de que diga alguna cosa sigo hablando. –Se acabó, fin del asunto, te puedes ir a la mierda si te da la gana pero ya estoy harta, me canse de todo esto, se acabó. –Nos señaló a él y a mí y lo retó con la mirada, –esto tu y yo nuestro matrimonio se acaba hoy, ya en este momento. Está en shock, se quedó con la cerveza a medio camino hacia su boca. Creo que esperaba todo menos todo lo que le acabo de decir, la verdad es que yo tampoco esperaba que fuera así, las palabras salieron por si solas de mi. Pero la verdad es que estoy harta por mucho que lo ame, no puedo soportar como me está tratando y necesito ponerme a mi primero. –¿Te volviste loca o qué rayos te pasa? –de verdad me mira como si yo estuviera loca y estuviera diciendo que los aliens están en nuestra casa –No lo se, capaz si ya me termine de volverme loca por tu maldita culpa y tus desplantes de mierda cada vez que estamos a solas. –sigo y recuerdo las palabras de mi hermana. –O la maldita máscara de payaso sonriente se me terminó de caer y me di cuenta que este matrimonio se fue por el caño ya hace un buen tiempo porque eres un egoista de mierdaaaa. Ahora me mira como si yo fuera el extraterrestre en su cocina y no su esposa, pero me canse de callar y ser su monigote. –Esto no está funcionando desde hace mucho tiempo y yo no puedo seguir así, tú eres mi esposo no mi maldito dueño. Tengo derecho a tener sueños, a tener aspiraciones a parte de estar cuidando a los niños. Toda mi vida vi por los demás, creo que es el momento de ver mi misma y hacer lo que me dé la gana por una puta vez. Creo que se quedó catatonico porque creo que ni pestañea, solo me mira fijamente. Así que aprovecho y suelto todo antes que me arrepienta y me eche para atrás cuando él hable. –Quiero el divorcio, no te estoy dando una opción es lo que quiero, necesito vivir por mi y se que tu nunca me vas a dejar hacer eso. –se me escapa una lágrima porque esta situación me rebasa pero no puedo más. –Durante toda nuestra relación solo me has manipulado a tu antojo, eso se llama maltrato psicológico imbécil. Siempre me hiciste sentir menos, buscando tu aprobación para todo, pero al fin logré abrir los ojos. »Quiero que recojas tus cosas y te vayas de la casa y comencemos lo antes posible con el divorcio, necesito unos días para hablar con los niños y explicarles las cosas. No son tontos, saben que no estamos bien, sobre todo Nate, ya me ha encontrado más de una vez llorando y me dijo que las mamás no deben estar tristes. Cuando pienso seguir con mi discurso improvisado que me salió de la nada. Levanta una mano para que me calle, se toma toda la cerveza de un solo trago. –Esto no lo puedo creer –dice bajo y suelta una risa burlona. »Sobre mi cadáver nos vamos a divorciar, mis hijos no van a pasar por esta mierda que yo tuve pasar cuando yo era pequeño. A parte esta es mi maldita casa que te hace pensar que me puedes botar de ella. Si esto este teatro es por lo de Carol, solo paso una vez y estaba demasiado borracho y enojado contigo siquiera para recordarlo. Sus siguientes palabras hacen clip en mi mente y siento morir, Carol es su asistente va con él para todos lados, viajes, reuniones hasta a estado en mi casa. Es una rubia falsa que le sonríe demasiado, de senos y culo operado que nunca la he soportado ni un poco, se viste demasiado provocadora para ser una secretaria pero él nunca le dijo nada. Ya en este momento no puedo aguantar mas mis lagrimas y salen sin control, con su palabras me está diciendo que se tiró a la maldita secretaria. Levanto ahora yo una mano para que el se calle y no siga por ese camino por lo voy a matar y ahi si mis hijos van a sufrir por quedar huérfanos. Parece que se da cuenta de su error, que yo no sabía absolutamente nada de lo que él acaba de decir y maldice por lo bajo y me mira. –Mary mi amor –dice suavemente, vuelvo a levantar la mano para que se calle, pero sigue. »Corazón lo siento las cosas no son así, ves lo que haces decir por tus tonterías –dice y comienza acercarse a mí, Lo miró fijamente con mis manos al frente para que no se acerque más. Esto fue la gota que rebasó el vaso, ya no hay vuelta atrás mi matrimonio se acabó. –Se acabó –digo tratando de controlar mis sentimientos y mi rabia. –Tienes razón, esta es tu maldita casa soy y yo la que se va con mis hijos para que puedas seguir tu vida como mejor te parezca con tu maldita secretaria. Ya está, que control ni que carajos, estoy que exploto en cualquier momento. Lo mejor es salir de aquí antes que todo se salga mas de control y termine peor, está muy cabreado y yo también. Me da miedo lo que pueda pasar. Me sigue viendo intensamente pero se que su cerebro aún está procesando qué puede hacer. Así que tomo mi ventaja, agarro mi cartera y salgo corriendo del apartamento. No he logrado llegar al ascensor cuando me agarra con fuerza del brazo y me voltea. Me mira con ganas de asesinarme y yo solo me pregunto dónde quedó ese hermoso joven que me persiguió mil veces para que le diera una oportunidad. –Camina de regreso a la casa en este momento Mary –lo dice con una voz siniestra que me eriza todos los vellos del cuerpo. Ya en este punto estoy hecha un mar de lágrimas y estoy realmente asustada pero trato de mantenerme lo más firme que se puede. –No –le digo controlando mi voz todo lo que puedo. Pues le vale madres porque me agarra más fuerte y me arrastra de nuevo hacia el apartamento. –Suéltame Peter, me estas haciendo daño –ya estoy gritando sin importarme si me escucha alguien, mas bien espero que salga algún vecino y me tenga que soltar para poder correr. Él es más rápido que yo con una mano agarra de cintura y con la otra me tapa la boca y me arrastra de vuelta al apartamento. Cierra la puerta de un portazo con el pie y me empuja, pero lo hace con tanta fuerza que tropiezo y caigo en la mesa de cristal de la sala y se rompe. Esto acaba de dar un giro a los acontecimientos que no esperaba.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD