Mary
Llueven vidrios por toda la sala, no tengo ni idea si me corte estoy completamente congelada del susto, solo puedo mirarlo. No me quita la mirada encima, el miedo está pintando su rostro por lo que acaba de hacer. Las lágrimas empiezan a caer de sus ojos y se agacha a mi altura. Mi primer impulso es echarme atrás huir de él pero me clavó un vidrio en la mano y chillo. Estoy completamente aterrada, asustada no se que mierda hacer, el solo me mira mientras las lágrimas siguen cayendo de sus ojos.
–No te me acerques. –es lo único que logró articular
Estoy muerta del miedo. Miedo por mi, miedo por él porque en el fondo sé que él no quería que esto pasara y se está martirizando y no para de llorar.
–Bonita –dice en un tono tan bajo que casi no lo logro entender.
Tenía meses que no me llamaba así que algo dentro de mí se rompe y solo puedo llorar. Cuando nos conocimos me llamaba Pretty porque decía era lo mas bonito que había visto. Luego le enseñe español y me dijo que para mi sonaba mejor en Español, desde ese momento fui su “Bonita”
–Por favor –vuelve a decir en el mismo tono. –Lo siento Bonita, no quería hacerte daño. Perdoname por favor déjame ayudarte.
Sigue llorando mientras me mira esperando alguna reacción de mi parte, pero sigo en paralizada con lo que acaba de pasar.
–Bonita –repite y su bonita me está matando y no puedo dejar de llorar. –Sabes que te amo mas que a mi vida, tu y los niños son mi vida jamas haria algo para lastimarlos. Lo siento no medi la fuerza con la que te solté y estaba muy enojado, ¡me ibas a dejar! por favor déjame ayudarte.
Sé que de verdad no me quiso hacer daño, toda nuestra vida me ha tratado como si fuera de cristal para que no me pase nada, me ha gritado en alguna ocasión pero jamás me ha puesto una mano encima. Así que sé que lo que me dice es verdad y está muy perturbado su cara me lo dice todo, como puedo asiento con la cabeza.
Con mucho cuidado me para que no me lastime más, me carga por la cintura y me lleva al mesón de la cocina al lado del lavaplatos.
Me comienza a revisar con delicadeza para ver donde me corte, el único gran problema es mi mano los demás son pequeños rasguños. Me saca el cristal de la mano y me mete la mano debajo el chorro de agua fría y me quejo porque de verdad duele mucho, consigue un papel y me limpia los rasguños.
–No te muevas, ya vuelvo –dice tratando de mantener la calma y sale con dirección al baño.
Debería aprovechar su descuido y salir yo también corriendo, pero no puedo, se va a volver más loco, está muy asustado por lo que acaba de pasar. No han pasado ni un minuto cuando está de regreso con alcohol y unas vendas.
Limpias mis heridas con alcohol y un algodón con sumo cuidado, yo no puedo hacer mas nada que mirarlo a la cara. Sus lágrimas han dejado de correr pero aún respira con dificultad, creo que la única que lo e visto llorar fue cuando nacieron los niños. Luego pasa a mi mano que es el problema más grande y me duele un montón pero trato de controlarme para que no se angustie más.
–Creo que debería llevarte a la clínica a que te tomen unos puntos ahí –dice tratando de controlar su voz.
Solo niego con la cabeza, no creo que sea capaz de mentir si me preguntan cómo me hice eso y no quiero más problemas.
–Es solo un rasguño estaré bien, tranquilo –digo como puedo. –además si me preguntan cómo me hice ese corte no podré mentir.
Las lágrimas siguen corriendo por mi rostro, él trata de limpiarlas con sus dedos mientras me mira.
–Lo siento Bonita, sabes que jamás te haría daño –Vuelve a repetir lo mismo y más lágrimas salen de sus ojos y de los míos.
–Lo se Peter lo se, estoy bien. –digo controlando al máximo mi voz. Necesito que se calme para poder irme.
–Lo siento Mary –comienza a llorar aun mas
Comienza a besarme en la cara, mi frente, mis cachetes, mis ojos. Me limpia las lágrimas con sus besos, comienza a dejar pequeños besos en mi boca mientras me sigue pidiendo perdón.
En este punto yo solo lo abrazo mientras me sigue besando por toda la cara, poco a poco comienza a besarme con más anhelo en los labios y su beso tierno se convierte en deseo. Ya no me esta besando con cariño, me esta besando con toda la rabia acumulada de todo lo que está pasado.
Solo me dejo llevar, asi arreglamos todo cada vez que peleamos con Sexo. Solo pienso que esta vez es completamente diferente, lo siento como una despedida. Ambos lo sabemos por eso lo dejo seguir, se que no me quiere perder pero después de lo que acaba de pasar el sabe que en el fondo no hay vuelta atrás.
El beso se hace más profundo, pasa sus manos por mi cuerpo y yo hago lo mismo y me dejo llevar con las sensaciones, disfrutando de la que podría ser nuestra última vez.
–Te amo –me repite una y otra vez cada vez que paramos para respirar. Yo simplemente lo sigo besando y le saco su camisa.
Rápidamente ya estoy solo en ropa interior y él comienza a besar mi cuerpo como si no hubiera un mañana. Mis manos van a su cinturón lo suelto junto al botón de sus pantalones y se los bajó, la única barrera que nos separa es nuestra ropa interior. En un segundo mi sostén está en el piso y él tiene uno de mis pechos en la boca mientras con su mano agarra el otro.
–Peter –gimo.
Esto lo motiva aún más y cuela su mano en mi ropa interior, comienza a frotar mi clítoris como sabe como volverme loca. Ya mis gemidos son incontrolables.
Su dedos juegan conmigo, introduce un dedo en mi y luego el otro y ya me tiene en sus manos como gelatina. Comienzo a moverme contra sus dedos con más fuerza porque no quiero que pare, pero lo hace y saca sus dedos de mi.
–No pares –me quejo en voz baja.
No me responde solo termina de quitarme mis bragas y su boxer, sin esperar en un segundo está dentro de mi hasta el fondo en una sola estocada. Deja que me adapte a él por unos segundos antes de empezar a entrar y salir de mí con fuerza.
Está soltando toda su rabia en mí, en nosotros, estamos follando con mucha rabia. Solo puedo sostenerme con fuerza de sus hombros. Teníamos un mes o más que no teníamos relaciones, siempre estaba de viaje y al volver lo evitaba para no pelear. Pero en este momento no quiero pensar en nada, solo me entrego a él y lo disfruto.
Sigue arremetiendo contra mí, me besa, me muerde, me toca el sabe justo que hacer para llevarme a la locura, en unos minutos ya me estoy retorciendo por un orgasmo.
–Dioos –gritó con todo cuando llegó por fin al orgasmo y mis piernas pierden fuerza.
Peter me penetra más fuerte y rápido y en segundos él también consigue su liberación dentro de mí. Su respiración se va calmando poco a poco mientras me abraza con fuerza sin soltarme ni un segundo.
Cuando logramos calmar nuestras respiraciones, consigue el valor para mirarme a los ojos y sabe que estamos muy jodidos. Me vuelve abrazar con más fuerza y susurra en mi oído.
–Agarrate fuerte Bonita –aun sigue sin salir de mi, pero no me importa.
Me sujeto al con las piernas y los brazos y él me agarra por los muslos y nos lleva al baño.
Abre la ducha regula el agua con una mano, mientras me sigue sosteniendo con la otra. Cuando lo consigue sale de mi me coloca en suelo con cuidado y me pone bajo el agua, y me comienza a bañar con vehemencia. Solo puedo mirarlo y llorar, no puedo evitarlo, mis lágrimas salen solas. El sabe que lo amo y yo se que él me ama pero cometimos muchos errores y no podemos volver atrás, él ya no es la persona de la que yo me enamore.
Termina de bañarme y se lava rápidamente bajo mi mirada, termina y busca unas toallas para los dos y me seca cada parte de mi cuerpo. Se coloca la toalla en la cintura y con la otra me envuelve a mi, me sienta en el lavado y me vuelve a curar la mano y ponerme una venda nueva. Nos lleva a nuestro cuarto, quita las sábanas, me recuesta en la cama y él se acuesta de su lado.
–Perdona Bonita, por favor. Yo no puedo vivir sin ustedes. Soy un imbécil por completo que no se dio cuenta de todo el daño que les estaba haciendo.
No digo nada, no puedo decir nada, no tengo ya fuerzas para seguir con esta discusión.
–Te juro, te prometo que voy a cambiar, voy a intentar entenderte, voy a pasar más tiempo con ustedes y no voy a viajar tanto. Iremos a terapia y busquemos una solución por favor te lo suplico, en este momento le digo a Carol que se largue.
Ya estoy llorando de vuelta, las lágrimas corren por mis ojos sin ningún control, que hubiera dado porque me dijera todas esas palabras hace algunos meses. Pero ya es muy tarde para eso, ya todo paso a un nivel que no podemos dar marcha atrás por más que queramos.
–Por favor Bonita, dime algo, lo sea lo haré por ti, por los niños y por nosotros. Porfavor Mary perdoname, dame otra oportunidad, no tengo ni idea de como vivir sin ustedes.
Los dos estamos llorando pero yo no puedo decir nada y por mas que quiera no puedo volver el tiempo atrás. Ambos necesitamos esta separación aunque él no sea capaz de verlo. Lo único que puedo hacer es atraerlo hacia mi y volverlo a besar con el cariño que aun siento por él. Nos seguimos besando por mucho rato y volvemos hacer el amor, pero esta vez sin prisas y con todo el amor que nos juramos un día.