Capitulo 10

930 Words
Tres años atrás. Todo comenzó cuando yo salí de la primaria con un promedio de ocho, mis papás decidieron que ya era la hora de que conviviera con hombres y mujeres, ya que siempre había ido a la escuela que era de puras chicas y yo estaba súper emocionada de que por fin iba ir a una escuela normal como quería. Mi princesa jugaba con chicos y chicas de su edad de por la casa. Yo no le decía nada, por jugar con los demás chicos de su colonia. Pero un día salió a jugar y estuvimos hablando que hay que meterla en una escuela de gobierno al ver que se reía y que estaba feliz de jugar con los demás chicos. Mi papá me enseñó a hacer varias actividades, como patineta, patines, fútbol, desde que era niña me ha gustado participar en cualquier deporte. Pero eso sí, mi hija es buena para el fútbol, le encantaba jugar, cuando íbamos de vacaciones se ponía a jugar con sus primos y con sus primas y al ver mi familia que está feliz de jugar con sus primos y además de practicar otros deportes. Un día toda mi familia nos fuimos al mar a pasar un rato las vacaciones y me gustó mucho un lugar donde practicaban deporte extremo y me subí a uno, me encantaba sentir la sangre en todo el cuerpo, era una emoción que jamás iba a olvidar obvio siempre acompañada del mejor papá. Estas dos son como dos gotas de agua gemelas que nadie puede saber quién es quién, les tomó fotos de sus locuras que hacían, pero estaba feliz de cómo se divertían. —Princesa, ahora sí me sorprendiste, superaste a tu maestro padre. —Ay papá todavía me falta por aprender un poco y vas a ver que seremos los mejores maestros tú y yo. —Bueno tienes razón en algo, mañana nos vamos a otro lugar, pero sin que se entere tu mami, ya sabes como es. —En la noche nos fuimos al restaurante del hotel, pero mi prima no podía comer nada del mar y lo único que puede es el atún. —A mi nieta le da por rascarse todos los brazos, pero comía muy bien, ella pidió cuatro quesadillas y una hamburguesa de carne, con papas a la francesa y refresco. —Toda mi familia se sorprendió al ver que tenía mucha hambre, si me la pasé en los juegos extremos con mi papá, todos pidieron pescado. —El mesero llegó con la orden y mi prima le hecho a sus quesadillas chile, le encanta el picante no le importaba que el chile estuviera picante, nunca se ha rajado, le gusta mucho las cosa que tuvieran chile. —Todos terminaron de cenar, sólo faltaba el postre, pero nos pusimos a platicar entre nosotros. —¿Quieres ir a caminar un rato en la playa prima? —Si prima. Nos fuimos caminando a la playa. De repente veo que mi prima se iba a caer, pero de repente un chico la salvó de que no se cayera y era muy guapo. —Gracias. —De nada. Escuchamos un grito de una de las chicas y salimos, mis papás salieron corriendo, al llegar vimos que Cris le estaba dando las gracias al chico. Yo estaba a punto de decirle algo, pero veo cuando fue la razón para salvarla de caer. —Hija, ¿estás bien? Pero, yo estaba viendo al chico que iba para el hotel, donde estaban hospedados toda su familia. —¿Te gustaba el chico guapo? —Estoy bien mamá. Digo, porque mi papá es algo protector conmigo y entendí las dos preguntas que me hizo. —Princesa, que bueno que estás bien. —Si papá, mamá me voy a la habitación se me hace que ya me está dando algo de sueño. —Voy contigo hija. —Que descansen buenas noches. dijeron toda la familia. —Igualmente para todos. —Fui lista, sabía que mi mamá se iba a quedar a dormir. La dejé que se bañara y me fui a cambiar para irme con ella. Al salir me cambio y me pongo mi pijama, al llegar mi mamá nos mentimos a la cama y ya sé que va comenzar con sus preguntas —Hija, ¿qué es lo que más te gusta hacer? —Me gustaba escuchar música de todo, los tenis en forma de botitas, pantalones entubados, blusas, camisas de tirantes y me gusta mucho leer. Me quede sorprendida, por el cambio de que ya no es una niña, está creciendo, se está convirtiendo en una jovencita y que ya le empieza a gustar los chicos como el de hoy; tengo que hablar sobre ese tema para que no se equivoque en elegir al chico ideal, para que no la lastimé; tiene que saber que es el correcto, como ya sabe lo demás que tiene que saber, pues es una chica bien inteligente. Sabía que mi mamá me iba decir algo sobre los chicos, ¿por qué tuve que ser demasiado obvia con aquél chico hoy? Mi princesa no sabe que la descubrí hoy, no quise decir nada ya que sabía que iban hablar. Mi mamá y yo nos la pasamos hablando, cuando repente me dio sueño, pero no tanto. Seguíamos platicando, se nos hizo de madrugada —Hay que dormirnos, ya hija se te está cerrando los ojos. —Está bien mamá, pero tú apagas el foco porque yo no me quiero levantar. Cuándo lo apagó veo que ya se durmió y me acuesto con ella.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD