Él no despegaba la mirada de esa chica, era toda una diosa, se movía de manera sensual y seductora mente algo que a él le encantaba. Siguió mirándola y algo le parecía tan familiar, pero luego borró aquél pensamiento, era estúpido.
Apenas terminó el baile de esa preciosura que se le estaba convirtiendo en obsesión.
-oye- llamó al chico que presentaba en ese burdel.
- ¿Qué quieres? - preguntó el castaño frunciendo el ceño.
- ¿Cuánto por la chica? - dijo señalando la tarima en la cual esa bella mujer misteriosa se retiraba, el castaño soltó una carcajada divertida.
-lo siento hermano ella no es prostituta, pero puedo ofrecerte el servicio de alguna otra- contestó el chico y él negó si no era esa chica no quería a ninguna otra.
-es esa o ninguna- dijo y él chico lo miró extrañado.
-lo siento, pero A es intocable- contestó el castaño y luego se retiró de la vista de Dante.
-mierda- gritó frustrado necesitaba saber quién era esa chica, necesitaba una noche con ella.
Sin preámbulos ingresó sin que nadie lo viera, necesitaba hablar con esa chica, necesitaba sus servicios y así sacársela de la cabeza.
Miró una puerta blanca, ese debía ser el camerino de A. Se acercó y poco a poco lo abrió.
Alice se miró en el espejo y suspiró, pero un movimiento en la puerta la hizo sobre saltarse y una figura masculina la miraba sonriendo, por dicha no sé había quitado el antifaz.
-necesitaba conocerte y mirarte, ¿podría ver tu rostro? - preguntó sonriendo y ella negó.
-soy Dante tu mayor admirador, es más ¿Cuánto cobrarías por una noche? - preguntó él y ella lo miró furiosa, ese chico sí que la sacaba de sus casillas.
-chico no puedes estar aquí- dijo Josh entrando al camerino.
-solo necesito hablar con ella- dijo señalando a la castaña.
-lo siento seguridad- dijo el castaño y dos hombres se acercaron a Dante sacándolo del camerino y Alice suspiró aliviada.
- ¿estás bien? - preguntó Josh y ella asintió.
- ¿cómo es que entró? - preguntó horrorizada, esperaba que no la reconociera.
-seguramente se escabulló, nadie lo vio- dijo el castaño y ella lo miró mal.
-sabes en el problema que me metería si ese chico me descubre- dijo horrorizada la castaña.
-no- contestó su mejor amigo y ella lo fulminó.
-es el hijo del director de la Universidad- dijo ella y su amigo abrió los ojos como platos.
-ahora comprendo, podría irle con el chisme a su papi y te expulsarían- dijo Josh y ella asintió.
-no te preocupes me encargaré que esto no vuelva a suceder- dijo él y salió del camerino, ella se quitó el antifaz y negó frustrada solo esperaba que ese chico en realidad no la reconociera.
-nena ¿Cómo estás? ¿Qué paso? Me enteré de lo sucedido- dijo la pelinegra entrando al camerino.
-estoy bien, un chico casi me descubre y los chismes corren como agua- dijo y la pelinegra se rio por lo último.
- ¿estaba guapo? - preguntó pícara mente Susan.
-oye pelinegra teñida tu no te cansas- dijo fulminándola la castaña y ella se rio.
-además es el hijo del director de la Universidad y por poco me descubre- dijo y la pelinegra abrió los ojos como platos.
-eso sería fatal para ti- dijo Susan y ella asintió.
-no te preocupes nena, seguramente no te reconoció- dijo su amiga dándole apoyo.
-eso espero Susan- dijo suspirando y luego salió del camerino.
Se encaminó hasta su casa y entró todo estaba en penumbras, así que sin hacer ruido entró a la habitación, sus hermanas dormían plácidamente y sonrió se veían tan tiernas. Dejó un beso en la frente de las dos niñas y luego se cambió y cansada cayó a su cama.
Llegó a la Universidad y una pelirroja sonrió al verla.
-hola- dijo Tania sonriente.
-hola- contestó la castaña y las dos se encaminaron hacia dentro de la institución.
-Alice Brown el director solicita tu presencia- dijo el profesor de filosofía y ella palideció sería que ese chico la reconoció y ahora estaba en grandes problemas.
Se acercó a la oficina del director con mucho temor, sus piernas temblaban y sus manos sudaban. Saludó a la secretaria y entró a la oficina.
-señorita Brown siéntese por favor- dijo el director y ella siguió la orden sentándose en el sofá.
-director le puedo explicar- dijo casi con lágrimas y el director frunzo el ceño.
-por qué me deberías explicar si yo la llamé fue para felicitarla- dijo el director y ella lo miró sorprendida.
- ¿felicitarme? - preguntó dudosa y Andrew asintió.
-así es, los profesores han hecho honorables comentarios sobre su persona, sus calificaciones son excelentes señorita y que decir de su récord está impecable- dijo el director y ella suspiró aliviada, ese chico no la había reconocido.
-gracias director- dijo ella sonriente.
- ¿Qué es lo que me tenías que explicar? - preguntó frunciendo el ceño el director.
-nada sin importancia director- dijo ella tratando de sonar concisa.
-ok si eso es todo, puedes retirarte- dijo el director y ella sonrió.
-gracias- dijo ella y salió de la oficina aliviada.