Eran las nueve de la mañana, y Henry no había escuchado la alarma de las ocho am que había puesto debido a esa mini borrachera que cargaba; ya que, en vez de poner ocho am puso ocho pm. El hombre tenía el teléfono debajo de su cara estando boca abajo, y fue despertado gracias a la vibración de un mensaje de Nina que le había mandado en ese momento. Asi que, abriendo sus ojos poco a poco, miró la hora y se sorprendió mucho. —¡No puede ser, me quedé dormido! ¿Pero como si puse la alarma? Luego revisó la alarma y vio que estaba para horas de la tarde y se lamentó mucho por lo sucedido. Entonces, él con el teléfono en la mano, miró el mensaje que su asistente le había enviado y revisándolo pudo ver que era la dirección de varias joyerías donde él tenía que ir para facilitarle su trabajo. —A

