Mientras tanto Rosa… La morena se encontraba en aquella panadería donde vendían deliciosos batidos de fresa y también pasteles de mora junto con su hijo Ricky. Luego, al darle la bebida al bebé enseguida la mujer pensó: «Ay de verdad creo que tengo mala suerte en el amor, Henry no fue lo que esperaba y ahora menos Andrew. Creía que con él la vida me había dado una oportunidad de tener un buen compañero de vida diferente a Henry pero no, más bien, no me llena en lo absoluto. Es que insistía tanto y se veía tan convincente que sería un buen hombre, pero este año ha cambiado tanto…suerte que… no acepté casarme con él cuando me pidió matrimonio» Seguidamente, ella miró que Ricky estaba muy feliz tomándose el batido y de inmediato le preguntó: —Cosita hermosa, ¿te gusta mucho ese batido? ¿

