Charlie Blake, se caracterizaba en el pasado por ser un hombre amoroso y amable, pero después de la muerte de su esposa toda su vida se vino a pique. Ahora no era ni la sombra de lo que solía ser, el hombre bondadoso era cuestión del pasado, el Charlie Blake de la actualidad, era sombrío y frívolo, por lo que no podía sentir empatía por la confesión de su hijo, ni mucho menos por su supuesto nieto.
La desilusión se reflejaba claramente en sus ojos a pesar de la dureza de su rostro. Esperaba un poco más de James, nunca imaginó este tipo de traición por parte de su único hijo. La habitación estaba sumida en un silencio incómodo, pero James no se atrevió a romperlo, sabía que su padre necesitaba procesar aquello.
—James, no lo entiendo... ¿Como puedes venir a mi despacho y decir que tienes
