Nervios... Ansiedad... Entusiasmo... Adrenalina... Me observo en el espejo, hace ya más de dos horas que Stefan me dejo saber que vendría por mí, le envié mi dirección y agradezco que mamá no esté en casa. Leonard se quedará en casa de uno de sus amigos hasta el día de mañana y eso, por un lado, me pone tranquila. No sé cuántas prendas de ropa he sacado, no sé qué ponerme, no sé dónde iremos, me voy a volver loca. Lo único que pude optar para esta cena, es un vestido azul cielo de tiros y muy, muy ligero. No es nada elegante, es algo fresco y hace muchísimo tiempo que no me lo coloco. Este lo acompaño con unas sandalias bajas de color blanco y algunas piedrecillas brillantes. Mi cabello suelto y un pendiente del lado izquierdo que lo sujeta. Un maquillaje ligero, un poco de mi perfum