El sonido que produce el golpe que le propino al escritorio del hombre que está delante de mí, llama la atención de varios y él simplemente me observa de brazos cruzados.
– ¡Yo tenía que estar allá, no aquí! –digo entre dientes y completamente enojado.
–Controla tu temperamento, Stefan, ¿Crees que logras algo poniéndote de esa manera? ¡Es por tu bien! –me grita y dándole un manotazo a la madera de su escritorio se coloca de pie. –No eres un crio, ¿Lo entiendes? Tienes 28 años, no eres el c*****o de hace 5 años atrás, por lo menos piensa en ti, en tu familia.
–Siempre lo hago, por ese motivo es que quiero acabar con todo esto, de una vez por todas, y más aún cuando… –me detengo en seco y él enarcando una ceja me mira fijamente.
– ¿Cuándo qué? ¿Qué me estas ocultando? –termino por tomar
