Después de habernos dado un baño, vestirnos y reír un poco en la habitación, decidimos salir. Ya era hora de hacer el desayuno, pero para nuestra sorpresa, nos encontramos a su hermano y mi hermana preparando el desayuno, ambos listos para ir a clases, me descoloco un poco ver a Leonard.
Creo y siento que aún no es momento de que regrese, tal cual se lo dijo Maia, pero ni si quiera ella pudo sacar eso de su mente. Han discutido el tema por un largo rato en la mesa y es imposible que cambie de idea, ella acepta, pero con la condición de que él debe volver a casa en cuanto termine la jornada.
– ¿Estas bien? –tomo la mano de Karen quien está a mi lado.
–Sí, es solo papá.
–¿Qué ocurrió? Le dije que hablara con ella, que evitara que te cabreara, ¿Qué paso? –sonríe y niega.
–Es que, yo, tom
