Punto de vista de Sheila
Estreché los ojos mientras observaba al rostro desconocido dar un paso adelante. Llevaba una capa negra sobre su ropa, su cabello era tan oscuro como la noche y relucía bajo el sol que se desvanecía, y sus ojos eran un par de profundo magenta que cautivaban.
—Me disculpo sinceramente si te asusté. No fue mi intención —sonrió levemente, agarrando la daga flotante en el aire.
—No estaba asustada. Solo alarmada —respondí mientras él se acercaba sigilosamente a mí.
—Aquí —me entregó mi daga. La tomé. Mis ojos lo examinaron minuciosamente. Por el pequeño truco que hizo antes con la daga, era obvio que era un brujo. Pero completamente desconocido. Nunca lo había visto en los cuartos de las brujas. ¿No era de por aquí?
"Pregúntale". La voz de Adie resonó como si su p
