Punto de vista en tercera persona
Killian salió corriendo de su habitación, jadeando con fuerza. Su respiración era profunda y rigurosa.
¡Mierda! Todavía no podía creer lo que acababa de suceder entre él y Sheila. No debería haber ocurrido. Fue un costoso error que cometió. Besar a Sheila era lo último en lo que pensaba, pero luego, lo hizo. Había perdido completamente el control al verla en los brazos de otro hombre, peor aún, resultó ser uno de sus enemigos, Kaiser Black. Lo hizo perder el control, lo hizo actuar tan estúpidamente.
Killian se maldijo a sí mismo por perder el control de esa manera y cometer un error así. No podía culpar a Ryker; sabía que él también era culpable como lo era su lobo. Permitieron que la rabia y los celos nublaran sus sentidos.
Con unos pasos apresurados
