Punto de vista de Killian Vaya. Estas horas han sido las más largas de mi vida. He estado esperando afuera de la habitación de Sheila el tiempo que solo la Diosa sabe. Mi lobo estaba dando vueltas, en pánico. Estaba agitado. Quería ver a nuestra compañera, verla despierta y sin dolor. Que esos hermosos ojos suyos me miraran de nuevo. Gruñí de frustración. Agarrando un puñado de mi cabello con mis manos, sentía que iba a morir, sabiendo que algo malo le podría pasar a ella. No debería pasar por nada de esto. Desearía poder salvarla del dolor que está sufriendo. Sentía rabia e impaciencia mezclándose con la frustración arraigada en mis huesos. Pero tenía que estar calmado. No me podía permitir perder el control. Sheila necesitaba que estuviera cuerdo cuando despierte. Respiré hondo y tr

