Punto de vista de Killian
No sé por qué mi corazón latía con tanta fuerza, había algo en sus palabras que me aterrorizaba. Pero escuché en silencio.
―Realmente no lo sé, Killian ―murmuró, después de un largo silencio―. Estaba profundamente dormida en mi habitación cuando el humo del fuego me despertó. Para entonces, el fuego se había extendido ―hizo una pausa, las lágrimas se deslizaban por su mejilla. Las aparté, escuchando mientras continuaba―. Intenté alcanzar la puerta, pero estaba cerrada. Alguien me había encerrado y quería que muriera en ese incendio.
Thea estalló en lágrimas. Sus palabras confirmaron mi sospecha. Pero, ¿quién podría haber intentado asesinarla? Estaba seguro de que no era nadie de la manada. Pero, de nuevo, todavía había misterios sin resolver en la manada relaci
