*NICOLAI* Estoy arrepentido de haber traído esta inocente chica a casa, no me sirve para fines, ella hace todo lo que le ordeno porque sabe que la vida de su padre está en mis manos y en eso no se equivoca. Mientras disfruto un cigarrillo, ella está en silencio en la esquina del balcón, soportando el frío con ese descubierto vestido, que no le queda nada mal. Lástima que no sea mi tipo y no se atreva a tanto. —¿Tienes frío? —No, estoy bien. —responde, viendo sus labios temblar. —Vamos a dentro, anda muy destapada. —Señor… Nicolai, tengo algo que suplicarle. —me detengo antes de entrar al salón de nuevo. —¿Qué es? —Podría ver a mi padre cuando regresemos. —Ya hablaremos después de eso, todo dependerá de tu desempeño con la familia. —Haré lo que me diga. —se me acerca y me pone las

