*NICOLAI* Le bajo un poco al aire, acondicionado, salgo de la habitación, veo por el ventanal que la gente está entrando, también veo a Celia que está subiendo, sonrió de una manera perversa. —Señor, puedo pasar. —abrí la puerta. —Me llevaré los trastes. —Llévalos. —¿Dónde está la joven? —Lavando el baño. —Ese es mi trabajo, le diré que yo lo haré. — Déjala. — mentí, aunque sé que ella está bajando todos los santos del cielo para que Celia se vaya. —Pero… —Atiende a los clientes. —Si señor, con su permiso. *TANIA* Estoy desnuda en su habitación, no veo nada por la venda, escucho a Celia, Dios santo que no le permita entrar, que vergüenza que me vea en estas condiciones, que es lo que quiere de mí, pensé que me pondría a hacer lo que hacía aquella mujer, pero no, solamente se

