*JIMENA* Amanecí con dolores fuertes en mi vientre y mi espalda baja, precisamente hoy me tenía que venir el periodo. Me levanté y me lavé los dientes, el dolor aumenta, antes me pegaba fuerte, aunque no como en este momento. Después del té y el baño caliente estoy muchísimo mejor, me encuentro recostada cuando Fausta toca mi puerta, con desesperación. — ¡Señora! La necesito, ¿se puede levantar? —me levanto deprisa y abro la puerta. — ¿Que pasa Fausta? —la veo impaciente y preocupada. — Venga conmigo, señora, estoy lidiando con alguien, tal vez usted la haga entrar en razón… — ¿A quién, Fausta? —me lleva a una habitación de huésped, abre la puerta y veo una joven sentada en el suelo llorando amargamente. Me asusto de inmediato, más porque no la conozco, ella no trabaja en la casa. —¿Q

