Pase todo el día junto a Dimitri siendo su secretaria, tomaba notas de lo que me dictaba, que el día se nos fue rápidamente. Me despedí dejándolo con una llamada. Son las diez de la noche, estoy en la habitación viendo televisión, preocupada porque él no ha regresado y he quedado nerviosa con lo que le pasó la vez pasada. Poco a poco el sueño me está venciendo, de sueño en sueño, siento que estoy en un mar de sensaciones, no sé dónde estoy, pero, siento rico, relajante, trato de abrir los ojos, sin embargo, se sienten pesados. Como puedo los abro y espero que la vista se me aclare, mi cuerpo responde involuntariamente a las sensaciones, dirijo mi vista hacia mis pechos y veo que Dimitri está chupando unos de mis pezones y masajeando el otro. — Te desperté, pequeña, —me dice levantando su

