Nicol es una joven muy bella, humilde y muy inocente que siempre quiso seguir estudiando administración de empresas, pero sus padres no querían que se fuera a la ciudad a estudiar y los dejara solos, como era su única hija la querían cerca y ella por ser siempre tan mimada prefirió y decidió dejar sus sueños por acompañar a sus padres.
Trabajaba con su padre lo ayudaba en su comercio, no organizaba una empresa, pero si un gran local de varios rubros en el pueblo.
Cuando se graduó su padre le compro una gran computadora. que se la encargo al médico del pueblo ya que el entendía más de tecnología y lo ayudo con la compra y él envió al pueblo, porque él compra así los medicamentos y le llegaban rápido al lugar y de esta forma sus padres le dieron una gran sorpresa a Nicol, y ese regalo no se lo esperaba.
Con este nuevo accesorio en el comercio Nicol comenzó a conseguir mejores productos, más variedad y mejores precios que llevaron a la tiende a tener más prestigio en el pueblo, y esto enorgullecía mucho a sus padres y la hacían feliz a ella.
Pero toda está felicidad se ve interrumpida por un fatal accidente un domingo de primavera, cuando sus padres regresaban del pueblo vecino donde se realizaba la fiesta de la cerveza que a su papá le gustaba mucho ir por la bebida y por la diversión que había en ella.
Como las competencias entre vecinos, la doma y el folklore, carreras de caballos y demás juegos que de niña participábamos con papá y mamá.
Como la carrera en la que ambos teníamos una pierna atada o la carrera de embolsados que tanto nos gustaban.
Y a mamá la competencia de las tortas de manzana.
Pero ese domingo no los acompaño se quedó en casa con su computadora que era su ventana a la ciudad, que tanto anhelaba ir y poder estudiar lo que tanto le gustaba.
Pero fue interrumpida de su viaje imaginario por unos vecinos que le piden que los acompañe al hospital y al llegar se encuentra con varios vecinos amigos de ello y una vecina doña Rosa la abraza – y le pide acompáñanos mi amor –
– Y le pregunta Nicol ¿a dónde Rosa?
– Vamos a la oficina del director, quiere hablar con nosotros, de que le pregunta, espera amor ya nos va a decir – le dice Rosa.
Entramos a la oficina y lo veo al doctor como a todos mis conocidos con una mirada extraña y me pide que nos sentemos y como no hay muchas sillas algunos están parados alrededor de nosotros
– Bueno Nicol debo informarte algo que sucedió y no quería estar solo por eso busque a la gente que sé que son de tu círculo de amigos – le dice el doctor.
– Hay doctor no me asuste pasa algo, les paso algo a mis padres y lo veo callar y bajar la cabeza y doña Rosa y Carmen me abrazan fuerte y miro y nadie dice nada,
Doctor por favor que paso – Nicol espera su respuesta.
– Necesito que lo tomes con calma, tus padres tuvieron un accidente muy fuerte – relata el doctor.
– ¿Cómo están? – pregunto desesperada Nicol.
– Están delicados, bueno en realidad están muy mal Nicol – le explica el doctor.
– ¿Como? pregunta don Pedro y el doctor le hace un gesto – y don Pedro se calla.
– ¿Quiero verlos? – le suplica Nicol al doctor.
– No ahora están muy mal y en terapia y no se puede pasar – le explica el doctor.
– Mira Nicol el panorama no es muy bueno, yo no sé si se pueda hacer algo, están muy mal cariño – le cuenta Rosa.
– Tengamos fe, le dice Carmen, tenemos que estar juntos y rezar por ellos cariño – le pide Carmen.
– Quiero verlos doctor por favor, le suplico que me deje verlos, aunque sea por última vez – le ruega Nicol.
– Doctor no puede dejarlos que los vea en la sala de terapia – pregunta Carmen.
– No Carmen no se puede usted me entiende – y le hace un gesto como para que se calle el doctor.
– Doctor míreme y dígame a los ojos que están vivos y lo veo lagrimar y me largo a llorar y le pregunto porque me lo imaginaba,
¿los dos murieron? – pregunta Nicol.
– Si Nicol, me responde con mucha angustia en su voz – el doctor.
Me deja verlos y le pido ya en un ruego y el accede por el pedido también de mis vecinos que me apoyan en este momento tan duro.
Cuando vamos hacia la morgue del hospital tanto Carmen como Rosa no me sueltan y me acompañan.
Llegamos y el lugar es muy frio y feo y el doctor me indica donde están, son ellos Nicol y los señala.
– Al verlos me acerco, los destapo y sus rostros están muy golpeados y no lo puede creer que sean mis padres – dice Nicol.
– Casi ni yo los reconozco Nicol, por eso llame a ellos porque no estaba seguro – me informa el doctor.
– Yo si los reconozco son mis padres y me largo a llorar desesperada y me lanzo sobre sus cuerpos, no me importa solo quiero despedirme de ellos – expresa Nicol entre llantos.
Accedo y la acompañamos la pobre es joven y encima ahora sola sin familia, solo nos tiene a nosotros los amigos de sus padres y a nuestros hijos, bueno los que se quedaron en el pueblo, dice el doctor muy apenado.
– Los abrazo y me pongo a llorar no aguanto este dolor, es muy grande, no se soporta, la beso a mama un montón ya que son los últimos que le puedo dar, me voy a la otra camilla y ahí está mi padre con más golpes que mama y también me tiro sobre para darle mi último abrazo y besos – y Nicol no puede parar de llorar.
– Vamos cariño ya te despediste de ellos, mañana les daremos su santa sepultura – me dice doña Rosa.
Nos vamos a casa y ellos vienen conmigo, la veo a doña Rosa hablar con el médico y luego me trae un te caliente el cual tomo y me empiezo a sentir cansada y me duermo en el sillón de casa, después me despierto en mi cama tapada con una manta y a doña Rosa y a Carmen cuidándome.
Carmen dime que todo fue una muy fea pesadilla por favor y me abraza y me doy cuenta de que no lo es, que es verdad y me largo a llorar y no puedo parar, al rato entran mis amigos y muchos estaban en la capital, pero vinieron para apoyarme en este duro momento y me abrazan fuerte y se los agradezco mucho, ellos se quedan conmigo todo el día hasta que se hace la hora de ir a la iglesia y despedir a mis padres, fue el peor día de mi vida.
Después del doloroso entierro nos vamos a casa y mis vecinos traen comida y me hacen compañía, mis amigos se quedan unos días más y después se tienen que volver a sus trabajos, pero antes de irse me decían porque no me iba con ellos para la capital y estudiaba lo que siempre postergue y me cuentan que ellos viven en el mismo edificio y que siempre están juntos y les digo que lo voy a pensar y si decido irme les aviso.