—Jasón— —¿sí? — —no tengo ropa— Estoy parada frente a él enredada en la toalla con mis manos en mi cintura formando asas, él me mira divertido —Jasón no es gracioso, los chicos llegaran y no tengo que ponerme— —está bien nena, deja veo si encuentro algo— Va al closet y busca en los cajones, saca un bóxer una camiseta interior y una polera —estas bromeando si crees que andaré así— —es lo mejor que puedo ofrecer, lo siento nena— Él se viste y yo me quedo observándolo, usa unos jeans obscuros, una polera negra y sus zapatos deportivos de pronto el timbre suena —deben ser los chicos, ¿no iras a recibirlos? — —por supuesto que no, acaso quieres que me vean desnuda— —tienes razón, yo soy el único que puede verte así— Me da un beso en la frente y va hacia la puerta de la habitación,

