¿Quien te hace molestar hermosa?

1996 Words
Harry despertó al medio día y estuvo pensativo, quería disculparse con su abuela, así que se dio una ducha y se puso uno de sus trajes, pidió el desayuno, o mejor dicho la comida a su habitación, no deseaba ver a su madre... — ¿Sabes si mi abuela esta en una de las empresas en específico Travis? Preguntaba Harry al mayordomo. — Si señor, hoy el chófer la llevo a Richmond Sac, tenía una reunión con el comité, al parecer su tío dio algunos problemas. Harry había tenido algunos altercados con Gregorio, pues su tío se apoderaba de las instalaciones de las compañías de su familia, no sabía cerrar tratos, pero se presentaba como el representante de la familia Richmond. — Gracias Travis, iré a ver a mi abuela. El mayordomo se puso tan feliz al escuchar al joven hablar así, era tiempo que Harry comenzara a hacerse cargo de los negocios, la señora Sarah sentía culpa porque su hijo había muerto tan joven que dejaba que Harry no tuviese responsabilidades, que disfrutara de su juventud, pero ella forzaba a su cuerpo a grandes cantidades de estrés al tener que ser la cabeza de todas las compañías que poseían los Richmond. — Que le vaya muy bien señor, me alegra que por fin comience a hacerse cargo de los negocios, su abuela es mayor, necesita ayuda. Harry lo sabía, y odiaba su naturaleza a veces despreocupada. Salió despidiéndose de Travis, el mayordomo había sido también su cuidador, solía salir a jugar con el cuando niño si sus padres no estaban, era quien lo atendía, Harry odiaba a las doncellas entrometidas, sobre todo porque en una ocasión escucho a una de ellas darle informes a Clarity sobre él, la despidieron claro, pero no dudaba que hubiese mas de una espía. Al bajar las escaleras escucho caminar por el pasillo que daba a la entrada esa voz. — Creo que es mas fácil encontrarte en uno de esos lugares que frecuentas por las noches que en tu propia casa despierto a esta hora del día. Clarity camino hacia él para saludarlo, como un caballero beso su mano y se despidió, pero ella lo detuvo. — Espera un momento querido, quiero hablar contigo, es un tema que te compete. Harry la veía molesto, era fastidioso cada momento que ella lo encontraba terminar hablando del mismo tema. — Mi querida Clarity hoy no estoy de humor, llevo prisa, necesito ir a la compañía. Clarity abrió muy grandes los ojos asombrada, ¿Harry en la compañía? — ¿De verdad? ¿Iras a la compañía? ¿No me digas que por fin comenzaras a tomar las cosas en serio? Harry se perturbaba, sobre todo por la emoción de Clarity, se imaginaba lo que venía a continuación. — ¿Crees que te miento? Tengo que irme Clarity, ahora no tengo tiempo. Ella con tal emoción le decía. — Si, claro, me da tanto gusto que por fin comiences a tomar las cosas como es debido, espero que pronto podamos hablar de matrimonio querido. Pero Harry con el rostro endurecido y sin poder evitarlo le dijo a la supuesta prometida. — No hagas una historia donde no la hay, solo voy a buscar a mi abuela, y sabes que no quiero casarme contigo, es mejor que lo comprendas de una buena vez. Pero Clarity era quizá la única mujer a la que las palabras de Harry no podían lastimar, estaba decidida a ser esposa de Harry Richmond a como diera lugar. — Sabes que tarde o temprano tendrás que casarte querido, y soy la mejor, bueno, la única opción que tu familia aceptara, es mejor que te hagas a la idea de una vez por todas, seremos esposos tarde o temprano, o que piensas, ¿Qué te casaras con la zorra que te acostaste anoche? Harry asombrado, pero sonriendo sabiendo que ella tenía que estar enterada de alguna manera pregunto. — Vaya, así que ahora me espías, y dime, también me dirás la forma en la que tuvimos sexo... Clarity enrojeció del rostro y se puso furiosa, le dio una bofetada a Harry. — Eres un maldito desconsiderado, pero tarde o temprano serás mi esposo. Harry no comprendía como si ella sabía de sus aventuras estaba aferrada a la idea de casarse con él. — Y aun así quieres ser la esposa de un desconsiderado, ¿No temes a caso que haga esto aun casado contigo Clarity? Ella acomodó su fino vestido y lo veía ahora con una sonrisa en los labios. — No te equivoques conmigo querido, no es amor lo que busco en ti, mucho menos fidelidad, solo que me des un heredero para poder demostrar a la sociedad que soy tu esposa, lo que hagas fuera de la casa donde viviremos me tendrá sin cuidado Harry, no me amas, lo sé, yo tampoco te amo, solo sé que fui educada para ser tu esposa, y eso seré. Pero Harry al escuchar su cinismo contesto de igual manera. — Bien, con tal sinceridad creo que mereces lo mismo, yo no te amo, no me casaré contigo, prefiero a la zorra de anoche, incluso a alguna doncella de las que envías a espiarme para mi esposa que a ti Clarity, así que déjame en paz. Harry salió enfurecido no sin antes escuchar la voz de Clarity despedirse. — Nos veremos después querido. Comento con voz irritante a Harry que observo como a toda prisa salió hacia la salita donde normalmente su madre, Belena charlaba con Clarity sobre los planes que tenían para el matrimonio, las cartas estaban claras, ella no lo amaba, pero no buscaba el amor, sino la posición en ese matrimonio, la situación era que él no aceptaría casarse con ella. Harry salió rumbo a la compañía donde estaría su abuela este día, al llegar una joven en la recepción le dio las buenas tardes, Harry solo asintió, la chica era nueva, no la había visto jamás en ese lugar, no era como que el fuese muy seguido, pero la última vez no estaba esa joven, rubia, preciosa, ojos color claro, quizá probaría suerte si todo salía bien después de visitar a su abuela. Subió en el ascensor y su móvil sonó, vio que se trataba de su madre, pensó en no contestar pero al final atendió la llamada. — Dime madre, ¿Qué sucede? Belena no dudo en hacer la pregunta, Clarity llena de emoción le dijo que Harry se dirigía a una de las empresas, eso era una buena señal. — Dime la verdad, ¿Estas en una de las compañías? No te atrevas a mentirme Harry Richmond. Harry sabia que Clarity lo vendería por mucho menos, se había ilusionado con la historia de que él por fin tomaría las riendas de los negocios de la familia. — Supongo que Clarity fue con la información, pero no te llenes de sus engaños madre, solo vine a visitar a la abuela, esta mañana quería charlar conmigo. Pero Belena sabía que Harry no iba a las empresas a menos que su abuela lo requiriera. — No importa, me da gusto que por fin tomes la iniciativa, debes atender los negocios, tu abuela ya es mayor, ya lo pudo ver, haremos un gran evento para anunciar la tan esperada sucesión de las empresas Richmond, por Dios, soy la madre del nuevo dueño, tranquilo Harry, tu prometida esta lista para hacerte compañía en este camino que comenzaras de ahora en adelante. No había duda de que su madre y Clarity iban un paso adelante de él, Harry solo quería ver como iban las cosas, nadie había hablado sobre sucesión, pero era imposible quitarle ahora a su madre esa idea, él no tenía deseos de discutir ahora mismo, aún lo perseguía la resaca que arrastraba del día anterior. — Madre ahora estoy bastante ocupado, no puedo atenderte, mucho menos aclarar algo, nos veremos después. Pero la mujer no lo tomo a mal, si él estaba ocupado seria una buena señal, Harry no tenía deseos ahora mismo de explicarle a su madre que Clarity solo había inventado en su mente una historia donde se veía beneficiada. — Claro hijo, mucha suerte, sabes que estaré aquí para lo que necesites. Esas palabras que quizá para cualquier hijo tendrían algún significado para Harry estaban llenas de un vació, ella no se refería a que estaría ahí para él, mucho menos le brindaría alguna clase de apoyo, esas palabras solamente le decían que ella estaría esperando para hacer un gran evento y demostrar a todos que es la madre del nuevo dueño y encargado de los negocios Richmond. Era triste, pero Harry había crecido sabiendo que su madre jamás tomaría ese papel de mujer preocupada por su hijo, amorosa, ella solo se preocupaba por sí misma, jamás recordaba un solo momento en que ella hubiese dejado su vida, sus eventos u obligaciones por acompañarlo a un simple paseo al parque, ella siempre le decía que tenía cosas, asuntos importantes que atender, Harry sabia que él jamás seria un asunto importante para ella, pero gracias al cielo la tenía a ella, la mujer que tenía el papel de madre, abuela, y padre al mismo tiempo, le daba el amor que el joven había necesitado. — Señor Harry, que placer verlo aquí, ¿Quiere que lo anuncie? Eloisa era la asistente de la señora Sarah de Richmond, la mujer ya tenía algunos años, pero era fiel empleada de Sarah, siempre le decía que se retirarían juntas, mientras Sarah siguiese trabajando ella también lo haría, sus hijos ya eran adultos con vidas propias, así que ambas podían trabajar en cualquiera de las compañías a donde se requiriera, incluso salir del país o la ciudad cuando fuese necesario, eran buenas amigas y excelente equipo de trabajo. — Si, por favor preciosa, dile a mi nana que estoy aquí. Eloisa quería mucho a Harry, era un joven noble, pero que había crecido bajo el manto de su abuela, quien solo deseaba que fuese feliz. — Dime Eloisa, ¿Qué sucede? Eloisa le comento a Sarah que tenía un visitante. — Harry esta aquí, ¿Quieres recibirlo? Sarah bromeo y Harry sonrió al escuchar el parlante del teléfono de Eloisa. — ¿Qué quiere ese cara dura? Está bien hazlo pasar. Harry le dio un beso en la muñeca a Eloisa y camino hacia el despacho de su abuela. — He visto rubias preciosas, pero sin duda alguna tú eres la mas hermosa mi bella abuela. Sarah observo a Harry con una mirada como si estuviese molesta, pero al final una enorme sonrisa salió para recibir a su nieto, que felicidad era tenerlo ahí. — Hola, mal nieto, al menos vienes a ayudar a esta pobre vieja a hacer menos enojos... Harry la abrazo y beso en las mejillas, amaba tocar la piel de su abuela, ella cuidaba mucho su rostro y siempre tenía un aroma que para el era de abuela, de su preciosa y amada abuela. — ¿Quién te ha hecho molestar hermosa? Sarah recordó el momento que había pasado hacía unos minutos, no sabía si contarle a Harry, pero el algún día seria parte de los negocios, era mejor que supiera con lo que trataría si permitía que Gregorio se siguiera sintiendo parte de su vida. — Gregorio, eso pasó. Harry ya había tenido algún conflicto con su tío, pues sabia que él quería ser quien manejara los negocios familiares, pero su abuela decía que ese hombre solo los llevaría al arruinar si lo dejaban hacer su voluntad, darle el poder era un gran error. — Hablaré con el ahora mismo... Harry se había puesto furioso al ver en el rostro de su abuela el estrés y molestia, ese hombre no se detenía por nada, siempre buscaba la forma de quitarle a Sarah el poder para hacer lo que él deseaba, pero la mujer jamás había cedido ante la presión, Harry pensó que ya era hora de desterrarlo...
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