Alison termino su turno en el restaurante al día siguiente, estaba muy emocionada porque hoy tenía la reunión tan importante para ella, y por supuesto sus hijos, tenía tanta fe en ello.
— Buenas noches, señorita, el señor me envió a recogerla.
Alison llevaba consigo un bolso con ropa, su madre le había elegido un hermosos vestido para la ocasión, Anto le presto unas zapatillas, Cuando llego a la dirección subió guiada por el conductor.
— Es aquí señorita, iré a guardar el auto hasta que usted me necesite.
Alison agradeció al hombre, él estaba serio, parecía incluso triste al despedirla, pero la puerta se abrió incluso antes de llamar.
— Pero mírate, eres un desastre, gracias al cielo que tengo a un equipo que te ayudara.
Alison sonrió y entro para toparse con unas chicas que esperaba
