Fuego Eterno

Prólogo

"Constantemente debemos admirar la fuerza que surge de nuestro interior. No siempre es clara, a veces poco precisa, pero siempre esta dispuesta a surgir. ¿Cómo percibirla? Pues será seguramente cuando no puedas más y quieras rendirte o no seguir persistiendo.  Algo profundo y misterioso dentro de ti si sabes escuchar te obligará a levantarte y una vez más ir tras aquello que te conmueve no importa si parece imposible. La vida no es más que un hermoso sueño, y el simple hecho de existir ya es ganancia. Así que hay más de una razón para que admires en ti no sólo tu fuerza, sino tu vida en toda su dimensión porque no hay otro ser como tú, ni nadie será ni podrá ser quién eres, nunca lo olvides. 

No escogemos el camino más difícil o fácil, tampoco anhelamos la soledad. Sin embargo, olvidamos que al mundo solos venimos y es una causa natural dejarlo del mismo modo. Pero… ¿Acaso la vida es sólo una chispa? ¿O quizá somos más complejos que el simple hecho de nacer, crecer y morir? Por supuesto que somos muy complejos, porque representamos el reflejo de algo superior, y no podemos conformarnos con poco ni con la nada. Emociones, recuerdos, anhelos, familia, vivencias, puede que tengan una manera de describirnos, pero ¿será que algo incluso más asombroso habita en nuestro propio ser?

Es probable que el misterio verdadero sea conseguir descubrirlo o quizá asimilarlo. Llama velada, fuego inconmovible, chispa divina, le llamaban los antiguos sabiamente a la parte incomprensible que anima el cuerpo humano; pero tan parecida a la invisible fuerza que habita en la naturaleza con cuya energía la reviste de belleza y complejidad…"

Asombradísima mantuve mi atención en ese extraño libro que mi madre me había heredado.