Los ojos de Aneli se desorbitaron al ver en su mano dos anillos. Uno era de David, el anillo de perla azul marino que él había recibido de su abuelo al graduarse de la universidad.
Ese anillo significaba mucho para David, él lo había puesto en su dedo al ella aceptar casarse con él.
Se suponía que después de que sus padres regresaran de su viaje, David vendría con sus padres a concretar el compromiso.
Esa idea la emocionaba mucho. A sus dieciocho años Aneli inquieta de corazón, había encontrado en David Graham el hombre con el que pasaría el resto de su vida.
Pero de repente su sueño de niña, caído en pedazos por culpa del mismo hombre con el que soñó, quien le había dicho que la mujer que él quería era a su hermana Estrella, le ponía un anillo de compromiso con un gran diamant
