Parker
Escuchó el clic de sus tacones en el suelo de baldosas de la casa de la manada, proveniente del ascensor. Estaba enojada, podía darse cuenta solo por la forma en que caminaba, o más bien, por cómo se dirigía a su oficina. Estaba seguro de que esa amenaza era lo único que la traía a él en este momento.
No entendía lo que había hecho, había estado dentro de este grupo durante meses sin poder salir de compras y gastar dinero, su tarjeta de la manada aún tenía ese límite, y solo contaba con lo que podía ganar para sí misma, que era nada porque no había tenido propuestas en meses.
Nadie quería usarla como modelo porque era demasiado una p***a consentida y no podía trabajar con nadie. Ni siquiera una vez le había ofrecido nada de Lustre Inc. en más de un año, ni siquiera usaría a su pr
