"Lo sé, lo siento", suspiré. De verdad que sí. Odiaba oírla enfadarse, sobre todo cuando era por una de mis manías. "No sé por qué sigo volviendo a esto. Es tan emocionante, y el hecho de que sea tan tabú y prohibido..." "Está bien", dijo Louise, siendo un poco breve en su respuesta. Me sentía culpable, pues notaba en su voz que estaba cansada de hablar de ello, pero también tenía curiosidad por saber si al menos se había burlado de él. Sabía que no debía forzarlo. Miré el reloj. Joder, tenía una cena de empresa dentro de un rato, y luego otra tanda de trabajo monótono. ¡Qué bien has pasado el sábado! "Bueno... odio terminar la conversación así, pero de verdad tengo que irme", dije. "Así que queda claro. Te quiero pase lo que pase, y aunque no pase nada, te seguiré queriendo". "Lo enti

