Louise llevaba esperando afuera unos quince minutos cuando recibió un mensaje de Tony diciendo que llegaba tarde. A Louise no le hizo mucha gracia que la hiciera esperar. ¿Pensaba que había llegado tarde? ¡Uf! Pero cuando por fin apareció, traía un paquete gris parduzco en la mano que no parecía sospechoso en absoluto. Se sentía un poco ridículo estar deseando un regalo, pero recibir uno siempre era un detalle. No se hacía muchas ilusiones, claro, pero sin duda era un bonito detalle. "Perdón por llegar tarde", dijo Tony. "Tenía que arreglarlo todo". "Está bien", dijo Louise, ansiosa por abrir el paquete. "¿Qué pasa?" "Ya verás", sonrió Tony entregándole el paquete. Louise estaba a punto de abrirla, pero Tony la detuvo apresuradamente. "Eh. Aquí no. Espera un rato. Creo que a John le p

