Ella se quedó flácida, pero las intensas y abruptas olas de placer abrumaron al joven maestro, haciéndola apretar con fuerza alrededor de su circunferencia, ordeñándolo y contrayéndose mientras llegaba junto con él en vigorosa pasión, una última vez. Tony se mantuvo penetrando profundamente en ella, depositando cada vez más semen en su útero. Se aferró a sus pechos para hacer palanca y gimió mientras los últimos restos de su semen se derramaban en esta maestra casada. Respiró hondo mientras su semen comenzaba a filtrarse por su dilatada y obstruida entrada. "¡Mierda!", exclamó mientras un chorro de semen salía de ella. Su cuerpo se estremeció contra el de Tony y levantó la pierna, gimiendo, sintiéndose llena de su semen adolescente. Tony empezó a sacar lentamente su larga polla, hasta q

