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1042 Words
- ¡Despierta dormilón!  - Decía Derek arrojándose sobre el cuerpo de su amado que se aferraba a las sabanas. - Mmmm 5 minutos más amor  - suplica con los ojos cerrados. - Hace 10 minutos que vienes pidiendo lo mismo, ya no puedo dejarte dormir más tiempo - Sonreía Derek luchando para que dejara la sabana que cubría su rostro, cada mañana era lo mismo, aunque eran los dueños de la empresa tenían que estar temprano en la oficina. - Mmmm amor está bien  - Dice Liam abriendo sus ojos encontrándose con la hermosa sonrisa de Derek. - Ven, el desayuno ya está en la mesa - Dice Derek dándole un nalgada. - Me daré una ducha y ya te acompaño… Liam sonríe caminando hasta el baño llevando una toalla en la mano, con el tiempo y la confianza, estar desnudo ya no le generaba vergüenza, incluso en ocasiones buscaba llamar la atención de Derek caminando por la sala sin ninguna prenda mientras que este se encontraba trabajando en la computadora, no importaba que tan ocupado estuviera siempre lograba su objetivo, su cuerpo marcado era la debilidad del otro y lo sabía manipular. Mientras desayunaban hablaban de las reuniones que tenían pendientes, era increíble el cambio que tuvieron al pasar del tiempo, las responsabilidades cada vez eran mayores, ni se imaginaban todas las demás que tendrían, debían madurar y tomar compromisos, pero mientras estaban solos podían ser ellos mismos, bromear y mimarse entre ellos. De camino a la empresa, Liam recibía una llamada de Grisel su asistente, obvio que si Liam se volvía posesivo con Derek, este no permitiría tampoco que Liam se sintiera tentado a ser débil, Grisel era una joven con aire masculina ya que su gusto eran las chicas y también era bastante posesiva con su pareja que se trataba de Marina la asistente de Derek. -  Señor, no olvide su reunión a las 8 con la empresa RISOS - Gracias Grisel, ten preparados los folletos de los museos y aires libres  con vista a los rascacielos… - Si señor, ya se encuentran en su escritorio…  - Está bien, en breve estaremos allí. Responde Liam cortando la llamada con la mirada atenta de Derek y un brillo inigualable. - ¿Qué sucede amor? - Pregunta Liam con una sonrisa  - Es que te ves muy sexy actuando como todo un empresario, hasta me dan ganas de ahhh  - Dice Derek besando su cuello. - Ya amor, me encantaría que pudiéramos hacerlo aquí, pero tengo una reunión apenas lleguemos a la empresa y  no puedo llegar todo sudoroso Mientras que del chofer se le caí una gota de sudor, al solo hecho de oír esa conversación ya se imaginaba el largo camino que debía recorrer, pero suspira aliviado al oír la negativa de Liam - Está bien, por esta vez te perdonaré - Dice Derek para luego quedarse pensativo. - ¿Que sucede? - pregunta Liam con curiosidad por el rostro pensante de Derek. - Prométeme que solo tienes ojos para mi Liam - Dice Derek aun con la vista perdida. - Amor, solo soy tuyo… dime que sucede - No te preocupes Liam, solo son ideas mías. - Responde Derek no muy convencido, hace unas semanas había notado que uno de los asesores de la empresa se quedaba viendo a Liam con una mirada de deseo pero no quería dudar del hombre que ama, tampoco por celos quería dejar a una persona sin  empleo, confiaba en Liam y hasta el día no le ha dado motivos para que dudara de él, en verdad este nunca había estado con otro hombre que no sea él, tampoco demostró atención por otra chica, pero si no podía dejar de pensar que alguna vez Liam tuviera la curiosidad de estar con otro chico. Aunque luchaba por dentro para no pensar en ello, su miedo en ocasiones lo torturaba, pero tenía la tranquilidad que Liam siempre le demostraba y declaraba que era su centro, su mundo, porqué dudaría del hombre que más ama, era mejor dejar de pensar en estupideces. Llegando al edificio desde que ingresan las personas los saluda con respeto, hasta llegar a su piso, allí se encontraban más de 25 asesores hombre y mujeres trabajando en sus propios escritorios, y también las oficinas de sus asistentes a un lado de los suyos. - Buen día señor  - Saluda Marina  - Marina, buen día que tenemos para él día de hoy? - Dice Derek mientras Marina se une a la recorrida hasta su oficina, mientras Liam continúa para encontrarse con su asistente. - Señor, buen día. - Saluda Grisel - Buen día…  - Dice Liam para girar hacia Derek llamando su atención - amor almorzamos hoy en casa. - Derek sonríe y continúa su camino, Grisel, por favor trae una taza de café. - Dice Liam ingresando a su oficina. Tener cada uno su propio espacio para trabajar fue buena idea ya que los primeros tiempos se distraían mucho con el otro. - Sí señor. - Responde la señorita para ir junto a la cafetería mientras un joven muy sonriente la acompaña. - Que sexy es el señor Liam - comenta el joven muy risueño. - Podría ser, pero no está a tu alcance. - Responde seriamente Grisel tomando una taza para servir el café - Quién dice que no lo está? - Ni siquiera sabe que existes Mateo, será mejor que dejes esas ideas. - Es que es tan guapo, su cuerpo es tan apetecible… sus labios se ven tan besables, si tuviera una oportunidad no lo desaprovecharía. - Dice con una mirada lujuriosa un tanto maliciosa. - Ni lo pienses, ama a su pareja… será mejor que bajes de esa nube. - Responde Grisel tomando la taza para llevarlo a la oficina de Liam, sin tomarle importancia a las tonterías que repetía el joven. - Algún día, tendré esa oportunidad, no creo que pueda ser cien por ciento fiel a ese cara de amargado. Derek en realidad se mantenía serio y no conversaba con nadie que no sea su asistente para evitar inconvenientes con Liam, por nada del mundo quería que el hombre que ama con todo su ser dudara de él.  
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