Leonor D' Capilli
A vista de que el extraño que me tiene en brazos no ha dicho más de lo que pude oír en mi cabeza, eso quiere decir que sabe el estado en el que me encuentro. ¿Cierto?
Si mí lógica es correcta, él también podrá oírme si me comunico de esa manera. Odio saber y ser consciente de que un completo extraño está demasiado cerca de mí y yo estoy estúpidamente indefensa.
—No tengo idea si esto funcione. pero si es así. —lo miro fijamente—. ¿Quién eres? —él sonríe.
— Qué modales. —reprocha. junto con una sonrisa.
— ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? ¿Por que me salvaste? —vuelvo a preguntar, entonces escucho su risa—. Creo que no dije nada gracioso, solo contesta.
—Tú sabes quien soy. —asegura, atreviéndose a ingresar a la mansión, mí casa.
—Te puedo garantizar que si supiera
