El novato y el HOPE

2808 Words
Luego de un siglo de restaurar la sociedad y el mundo en los tres grandes continentes Astra, Hope y Centuria, la humanidad prosperaba con diferentes mecanismos, así mismo se creó una sola institución de vigilantes de las leyes llamada “Corregimiento” quienes eran responsables de cuidar el bienestar de las personas y resolver conflictos de toda clase, esta única institución se encontraba sin embargo en el continente de Astra debido a que estaba prohibido para los corregidores ingresar sin autorización o ejercer su oficio en el continente de Hope, todo esto dado que el reglamento del concilio daba autoridad única a los líderes de los distritos y a sus delegados para mantener la paz entre sus pobladores, en aquel lugar se consideró por mucho tiempo por parte de los corregidores como un sitio muy lejano donde la ley no tiene autoridad alguna pese a su nombre. Era una mañana alegre y tranquila en el distrito 1 del continente Astra, Víctor Líes despertaba temprano, cinco minutos antes de que sonara la alarma de su radio, algo nervioso decidió alistarse para su primer día en el trabajo de sus sueños como un niño entusiasmado por su primer día, era algo esperado puesto que se había preparado en la institución durante 5 años con los mejores honores y el respaldo de sus profesores, no podía contener la emoción cuando por fin había sido aceptado ser parte de los corregidores. Aquel impaciente joven salió de su departamento para caminar por las calles de su localidad, mientras aguardaba que fuera la hora de su cita esperada para el gran encuentro con su labor, la gente de aquel distrito era muy amable con Víctor desde su infancia y muy rara vez se veía a alguien romper las reglas de la institución en aquel lugar, pero aquella mañana casualmente el joven corregidor se encontró con una irregularidad al reglamento. Una mujer de aproximadamente 20 años era llevada por unos bravucones a un callejón ante los ojos del novato quien de inmediato los siguió hasta el lugar en silencio, desde un escondite el joven asomaba su mirada para observar cómo estos coqueteaban absurdamente halagando su belleza y su tatuaje de una rosa azul en su hombro descubierto mientras ella solo miraba burlonamente, rápidamente el futuro oficial de la ley se acercó ante ellos solo para ser interrumpido por la imagen insólita de aquella dama dejando inconscientes a todos para después robar sus billeteras, despedirse y alegremente huir. Víctor confundido por lo sucedido se apresuró a verificar que los heridos estuviesen estables, luego de haber pedido ayuda y confirmar su estado se dirigió velozmente al Corregimiento siendo recibido por su jefe el señor Rigth, era un hombre robusto con un ceño en su rostro que pareciera casi tallado en este, a sus tantos años de experiencia como jefe nunca antes se le había visto siquiera esbozar una sonrisa y se rumoreaba que jamás lo hubiera hecho en su vida, el hombre molesto por la llegada del novato con una expresión seria en su rostro lo llamó a su oficina. — Generalmente espero puntualidad el primer día de trabajo, señor Líes —mencionó con tono sarcástico—. — Lo lamento mucho señor —aclaró un poco la garganta y continuó— pero, hubo una situación cerca del distrito número dos —respondió nervioso—. — Bien, lo dejare pasar por esta vez novato —se levantó de su asiento para dirigirse frente al joven Líes—. Escucha tienes una misión de alto nivel, ni siquiera sé que tan grave es. — ¿Cómo dice? no puede ser tan grave, no es como si me enviara al Hope —bromeó mientras disimulaba su risa—. — Eso mismo haré. La sonrisa sarcástica del joven se selló como una tumba sin poder pronunciar palabra alguna, mientras la mirada fija del jefe de corregimiento mantenía un ceño fruncido en lo que bebía un sorbo de su café y esperando reclamos por parte del novato. — ¿Qué? —miró fijamente y luego rompió en risa— que tonto, me pareció escuchar que usted me enviaba al continente prohibido para los corregidores. — No es tonto novato —mencionó con una mueca en señal de irritación—. Eso mismo fue lo que dije, lo enviaré al Hope — Espere ¿Por qué yo? —cuestionó de inmediato—. Hay muchos más corregidores experimentados, quiero decir, apenas empiezo hoy. — Y como apenas empieza aún no está su nombre en el sistema de la institución, y legalmente no es un corregidor —justificó para entregar una carpeta con el informe—. De inmediato el hombre explicó como habían recibido una llamada de auxilio desde Hope, el motivo indicaba que aparentemente alguien estaba asesinando gente y dentro de poco se llevaría a cabo una ceremonia de sucesión de líderes por lo que estarían en riesgo. —Necesitamos a alguien que no sea reconocible para que ayude en la investigación—agregó Right— algo más, pidieron que busque a una mujer. — ¿Quién es? — No lo saben. — Es una broma, como quieren que busque a alguien que no conocen —reclamó el joven novato mientras levantaba su tono de voz esperando una explicación fiable— es absurdo. — Pues no para ti si quieres continuar en el corregimiento —advirtió altanero— dijeron que actualmente debe ser una mujer de 20 años aproximadamente con un tatuaje de una rosa azul. Por ahora, tu deber es encontrarla, tráela y los enviaremos de inmediato al continente. Luego de escuchar las ordenes de su jefe, Víctor salió de la oficina desconcertado de que su primera misión para la cual se había preparado en años era entrar en un territorio completamente desconocido para el continente de Astra en varias décadas. La ansiedad comenzaba a dominar su ser cuando un pequeño flash le recordó las características de la desconocida a quien debía encontrar, la escasa descripción era similar a la misma chica que lo había impresionado con sus habilidades en la mañana. Su intuición de inmediato activó la necesidad de buscar a la chica en el mismo lugar por lo que rápidamente se dirigió al distrito 2, paso largas horas preguntando por la joven de tatuaje sin obtener respuesta alguna, sin rendirse continuó por los alrededores, en locales cercanos e incluso preguntando a sus víctimas por su paradero, su recorrido parecía no tener fin hasta que finalmente la noche cayó al igual que sus esperanzas, agotado de obtener la misma respuesta decidió regresar a su hogar para descansar y recuperar fuerzas para continuar su calvario más tarde, sin embargo, su cansancio desapareció cuando estaba a punto de abrir la puerta de su departamento. La chica que tanto había buscado en las calles no solo había resultado ser la dueña del departamento a su lado, si no, que también regresaba en el mismo momento que él, encontrándose cara a cara en el mismo pasillo. — ¡Eres tú! la chica de esta mañana, la que le rompió el brazo a esos tipos —gritó de inmediato Víctor incrédulo de la casualidad que estaba ocurriendo—. — ¿Disculpe lo conozco? —luego de verlo brevemente negó— debe estar confundiéndome con alguien. — Es cierto, disculpe —enderezó su postura y presentó su insignia— soy el corregidor Víctor Líes y necesito hacerle algunas preguntas. — Pues vaya —susurró entre si—. Es un gusto señor Líes, ahora, con su permiso me retiro. Inmediatamente después dio media vuelta y empezó a caminar rápido sin mirar atrás frente a la sorpresa del que quedaba, ante semejante acto el joven corregidor quedó impactado por unos segundos para luego perseguirla a toda velocidad. — ¡Esperé! le dije que necesito preguntarle algo, deténgase en nombre del corregimiento —advirtió el joven mientras trataba de alcanzarla—. — Y yo le dije que debo retirarme —aceleró el paso al punto de salir corriendo—. Lo siento, pero no me apetece hablar con nadie por ahora —respondió mientras corría por el pasillo con dirección a salir del departamento—. —Sabe que huir es un delito contra las normas del corregimiento—replicó en voz alta mientras trataba de alcanzarla– ¡deténgase inmediatamente! — No he cometido ningún delito, pero no me agrada su persistencia. La persecución continuó cerca de un bazar de víveres, donde ambos se adentraron en medio del gentío hasta que la joven desapareció ventajosamente entre los compradores de un local, el corregidor al no ser capaz de visualizar a su objetivo comenzó a deambular desesperado por los alrededores hasta ver una silueta a lo lejos del bazar en dirección a un callejón oscuro. Presuroso se dirigió en su búsqueda hasta lanzarse sobre ella y conseguir sujetarla de su tobillo, inmediatamente para evitar su fuga ató el tobillo de la muchacha y su muñeca con una cuerda de seguridad, una vez hecho comenzó a acomodarse los anteojos con una sonrisa poco disimulable. — ¿Enserio creyó que podía escapar de mí? —aclaró su garganta— ahora debe acompañarme al corregimiento para interrogarla. — Muy bien genio — felicitó mientras se levantaba— ahora dime ¿Piensas arrastrarte todo el camino? porque no me molestaría —comentó burlonamente la ahora prisionera mientras se sacudía del suelo helado—. — Creo que eso se puede arreglar —respondió un tanto irritado por el comentario de la joven—. — ¿De qué habla? El turno nocturno en el corregimiento se encontraba listo para iniciar su labor mientras el señor Right ordenaba a frenéticos aullidos una bebida caliente para aguantar el frio ambiente, de pronto en la entrada de la institución comenzaron a oírse gritos constantes de una mujer pidiendo ayuda y maldiciendo a la vez, rápidamente las autoridades se pusieron alerta esperando al supuesto maleante, sin contar con que el novato Víctor Líes entraría cargando a cuestas a la mujer que continuaba gritando por que la bajen. Una vez que ambos llegaron a la sala de interrogatorios, Right llamó al joven novato quien, al escucharlo en ese momento, sujeto a la silla a su prisionera para después dirigirse a la oficina de su jefe, por su parte, la mujer cansada de gritar y al ver todas sus salidas obstaculizadas se mantuvo silenciosa ante todas las preguntas por parte de los corregidores, la habitación era oscura con escasa iluminación de apenas unas cuantas ventanas que servían para filtrar la luz nocturna que era imposible de accerder al ser demasiado pequeñas para el cuerpo de la mujer que intentaba hallar una salida para su escape ignorando por completo las preguntas de los corregidores respondiendo que no sabía por que estaba en el lugar. Uno tras otro intentaba obtener información o por lo menos un nombre utilizando todas las técnicas, trucos, psicología y demás artimañas que habían aprendido en sus años de estudio y experiencia sin obtener éxito alguno, ante las constantes burlas de la joven incluso llegaron a intentar maniobras de tortura pero sus esfuerzos eran inútiles y el miedo a siquiera ponerle un dedo encima era escalofriante, el rostro de la joven se trastornaba en un tono atemorizante al punto de apartar a cualquier valiente que después arrepentía sus pecados frete a ella, mientras tanto en la oficina del señor Right se escuchaban a todo volumen reclamos y justificaciones que el joven Líes sostenía con una conversación poco amigable hacia su jefe. — Señor, estoy seguro de que es la chica que buscan, encaja perfectamente en la descripción y en cuanto mencioné que era un corregidor ella huyó del lugar a una velocidad impresionante —justificaba el joven mientras trataba de arreglar su despeinada cabellera por el pesado recorrido—. — Eso no lo sabemos —tomó asiento— la descripción era vaga y solo porque cubre las dos únicas pistas que le dieron, no significa que automáticamente sea ella, mucho menos el modo en que la trajo. — Bueno, con respecto a lo último, tengo una respuesta más que lógica —trató de justificarse nervioso—, ella no dejaba de moverse y si la soltaba hubiera vuelto a escapar. — Si claro— contestó sarcásticamente— y usted como todo un psicópata, la sujetó de forma extraña y la cargo hasta este establecimiento respetable, a costa de sus gritos de auxilio. — Le juro, esa no fue mi intención, pero ella no es lo que parece —insistió— de verdad señor, ella oculta algo. La conversación de pronto tuvo una pausa incomoda con la mirada fulminante del señor Right hacia el novato que aún mantenía firme su historia, sin embargo, este sepulcral silencio no duró mucho al ser interrumpida por la entrada de una subordinada en la oficina, la oficial al ver la tensión en el ambiente se dirigió algo nerviosa al joven Líes. — Víctor, hay un problema con tu chica, no aparece en ningún registro del corregimiento, de hecho, ella no existe. — ¿Qué dices? ¡es imposible! todo habitante del continente Astra tiene registro desde su nacimiento hasta el día de su muerte. — Es verdad, intentamos buscar su imagen en todo el sistema y es un vacío completo, sin partida de nacimiento, inscripción en la academia, ni siquiera sus huellas, es una completa desconocida. — Tal vez, eso se deba a que viene de Hope —reacomodó sus anteojos intrigado y continuó— por eso no hay registro alguno ¿verdad? — No puede ser —tomó los papeles para revisar­— hemos estado incomunicados con el Hope, y si alguien de allí hubiese llegado a las costas del continente, los corregidores de la zona la habrían detenido y registrado. — Y de todo esto ¿Qué dijo ella? —cuestionó observando cómo se formaba una mueca de incomodidad en la corregidora—. — Nada aún —esquivó la mirada por un momento—. No responde a nadie y todo lo que pudimos recibir de respuesta fue un “traigan al idiota que me encerró aquí” —recogió los hombros intimidada por la temible mirada de irritación del joven—. La chica continuaba en su asiento aún en silencio sin prestar atención a la insistencia del corregidor, hasta que Víctor ingresó a la sala con una mirada llena de odio, a su ingreso el corregidor salió disparado del lugar como si su vida dependiera de ello, mientras la puerta se cerraba lentamente y el novato tomaba asiento frente a la joven burlona. — Escucha, la paciencia se me acabo en el momento en que tuve que cargar tu pesada existencia hasta este lugar, y aun así te las arreglaste para fastidiarme hasta ahora. — En primer lugar, es tu culpa que me cargaras hasta aquí, te dije que no quería hablar con nadie —mencionó la muchacha mientras se acomodaba en la silla—. Así que, dime ¿Qué truco usaras esta vez? — Ninguno, iré directamente al grano, ahora responde o me encargaré de que no hables con nadie por el resto de tu vida ¿Por qué Hope envió a buscarte? — No sé de qué hablas. — De acuerdo —afirmó mientras abría una carpeta—. No hay ningún registro tuyo en el continente, así que, solo puedo afirmar que hallaste alguna forma de venir aquí desde Hope —levantó la mirada lentamente— responde ¿Quién eres? ¿Por qué Hope envió a buscarte? — Mi nombre es Sky y he vivido aquí desde que nací, así que, no sé de qué hablas. — Bien señorita Sky, si nació aquí ¿Por qué no tiene registro? y ¿Por qué Hope envió a buscarte? — Me críe en las calles— farfulló molesta— jamás estuve siquiera cerca de saber que es el registro o algo parecido y no sé de qué hablas. — De acuerdo—suspiró levemente— dijeron que hay un asesino suelto en Hope y pidieron que alguien del corregimiento buscará a una chica con un tatuaje de rosa azul —indicó con una expresión frívola—. Lo diré una vez más ¿Por qué Hope envió a buscarte? El rostro de la joven de pronto empalideció frente a los ojos del corregidor con una expresión impresionada y mirada vacía como si sus pensamientos de pronto se congestionaran en su mente mientras el hombre soltaba una ligera sonrisa de satisfacción en lo que al ver su silencio se levantó en dirección a la salida. — Bien, parece que hubo una equivocación —dijo mientras abría la puerta—, haré el papeleo para que salga de aquí, lamentamos haberla molestado— continuó. —¡Alto! yo soy a quien buscan —comentó más calmada— no se equivocó...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD